Antes de abordar el tema de los hipócritas recordemos qué es ser un hipócrita.
ARTURO B. BERDEJO VERA
Dice el diccionario de la lengua española: Hipocresía es el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
Cuando vemos y escuchamos a un paisano referente de Pedro que se uniría al grupo de demócratas que hubieran puntualizado y llegado a descubrir una serie de ilícitos de Pedro, él en este caso plata como cancha, apoyaría una y más mociones de vacancia contra su paisano.
Entonces ¿no es plata como cancha anotado como un gigantesco hipócrita? Agrega plata como cancha que él necesita ver más, mucho más que la ruma de ilícito en los que ha incurrido su paisano. Quiere ver más. Para éste del que hablamos, no le es suficiente que sea su paisano investigado por traidor a la patria. Tamaña hipocresía. Más le interesa a quienes colocar en la administración pública. Que troncha sacar de la torta del Estado. Mientras el paisano sigue con las manos sobre la cosa pública.
Pero es menester puntualizar que además de paisanos plata como cancha y el hipócrita plagiario son gemelos en esto de traicionar al país donde nacieron. Plata como cancha soslaya que el paisano traicione a la patria. Él, otro, el del sin sombrerón, dizque no ha venido a robarle un céntimo a este país. — Entonces de qué latitud viene este que no quiere robarle un céntimo a este país. ¡Pucha!
¿Qué de remate tampoco es peruano? No. ¡hombre! El asunto es que este con su moscón no le enseña o cree también que su patrón está expresándose bien. — Pensar de lo que es posible los treinta mil soles que se embolsica. Con tamaña hipocresía dice aquello, pero hoy come rico—que para eso ha venido– mientras en pueblos jóvenes no tienen qué comer.
Que se acuestan muertos de frío pues si no tienen para comer menos para abrigarse convenientemente. Plata como cancha quiere que Pedro cometa un poquito más de ilícitos para convencerse de que su paisano es un reverendo delincuente. Entonces sí y, tal vez, apoyaría una moción de vacancia.
Hablando de delincuentes no quisiera estar en los zapatos de los demócratas que reman contra una ola gigante de antipatriotas y criminales. Por eso es necesario apoyar a los congresistas como los almirantes Jorge Montoya, Cueto. Como la Sra. Echaiz y verdadera independiente política aun cuando está invitada en el grupete de Plata como cancha, a quien le ha recomendado que vaya a dar órdenes a su casa. Que los congresistas no están sujetos a mandato imperativo- caso que ése ignore– menos de un hipócrita mayor.
Es duro tratar de convencer a los ambivalentes que siguen a la Sra. Keiko la que a veces si y otras no. De ese modo con el dichoso nano estamos más que jodidos. Es una tarea de titanes abrirles el cerebro a esos aficionados a las lentejas. Catequizarlos es un esfuerzo inaudito para que pongan el pecho por el país. Para que no consientan que Pedro nos arruine. Que primero está el Perú. Deben entender esos inútiles ganapanes. Ya dije en anterior ocasión las lentejas que reciben se acaban rápido. Ellos los bellidos, bermejos, los cerrones irán a comer lo que se están levantando…pero eso no dura.
La indignación, entonces se va incrementando. A ver si los de mandil rosado toman nota, por si no se han dado cuenta que el país está siendo conducido al barranco. Cansados también de los sinuosos vitochos que hayan consentido que el partido que fundara Fernando Belaunde Terry se ha convertido en una cueva de miserables, de un lado; de otras expresiones timoratas que hay que vacarlo si pero por ahora ¡¡Noooo!! ¿Estará, también esperando una lonja del jamón?