Muchos critican la formación de una lista para la Mesa Directiva del Congreso conformada a “última hora” por la representación de Renovación Popular y Avanza País y encabezada por la exfiscal de la nación Gladys Echaíz.
La idea es que no se debe ir divididos, que la oposición dividida dejará el camino libre al comunismo para tomar el Congreso. Que la lista que encabeza Camones es la que garantiza la permanencia de la democracia.
En las redes sociales el tema es tendencia y cada vez las opiniones están más divididas. Pero conviene hacerse algunas preguntas para entender con claridad dónde está la oposición.
En principio la oposición se encontraría dividida. Por un lado, Lady Camones siempre alineada al acuñismo al extremo de haber votado siempre en bloque y contra la vacancia de Castillo, por otro lado Gladys Echaíz que mientras se mantuvo en la bancada de APP, el partido de Acuña, siempre mantuvo su independencia y tuvo un voto singular.
La lista de la “oposición” encabezada por Lady Camones llevaría a la presidencia al partido de Acuña, ese sinuoso líder que ha resultado durante este primer año funcional al gobierno de su corrupto paisano Pedro Castillo.
¿Se puede considerar a APP como un partido de oposición? ¿Podrá Lady Camones moverse con independencia de los intereses de su líder César Acuña Peralta?
La primera vicepresidencia de esta lista la ocupa Somos Perú, o lo que queda de ese partido. Como se sabe este es un partido que mantiene vínculos con el lagarto Vizcarra, el más grande corrupto de la política peruana, y es un partido siempre presto al cabildeo y el acomodo. Sin duda nada es más lejano a una oposición al gobierno y la corrupción que Somos Perú. Una síntesis de lo que es la baja política.
La segunda vicepresidencia correspondería al partido Podemos Perú de José Luna Gálvez, involucrado en numerosos casos de corrupción, el más notable el llamado los Gánsteres de la Política, lo que también lo hace funcional al régimen. Su bancada es feble político. Vota en bloque y no sería jamás una oposición sólida y confiable.
La tercera vicepresidencia correspondería a una cada vez más ingenua Fuerza Popular. Que, en este caso, con su participación, solo está convalidando la existencia de esta lista, que una vez elegida los relegará al manejo de lo que corresponde en minoría controlar desde la tercera vicepresidencia. Se han convertido en la bacteria necesaria para hacer el yogurt.
Esta lista solo puede garantizar la tranquilidad de Castillo o en el mejor de los casos una transición caviar a Vizcarra o Sagasti con el interregno de Boluarte.
¿Es esa la oposición que queremos? Sin duda no. La política como el arte de lo posible aún nos puede deparar sorpresas. El voto secreto de parte de Fuerza Popular e incluso de algunos sectores de la izquierda aún puede salvar al país de un Congreso controlado por los socios de Castillo. La presidencia del Congreso en manos de Echaíz sería una garantía de independencia.
