Bajo la firma del presidente Pedro Castillo y refrendo del presidente del Consejo de Ministros Aníbal Torres, y con acuerdo del mismo Consejo, ha sido presentado al Congreso de la República un proyecto de ley, denominado “DIA DE LAS PERSONAS DESAPARECIDAS DURANTE EL PERÍODO DE VIOLENCIA 1980-2000”, el mismo que fue registrado bajo el número 2904/2022-PE, el cual luego de dictaminado tendrá que ser debatido en el Pleno del Congreso.
Con el proyecto en cuestión el Poder Ejecutivo pretende que el Congreso disponga que los días 30 de agosto se recuerde a las personas que desaparecieron entre el año 1980 y el año 2000, como consecuencia de la violencia ocurrida en dicho período.
El antecedente del proyecto de ley en cuestión es la Ley 30470, aprobada y luego promulgada en el mes de junio del año 2016, durante el gobierno de Ollanta Humala. Esta Ley lleva por título “Ley de búsqueda de personas desaparecidas durante el período de violencia 1980-2000”.
Es bueno recordar que el 30 de agosto de todos los años, por mandato del Decreto Legislativo N° 713, es feriado no laborable como festividad de Santa Rosa de Lima y también era día en que se festejaba a la Guardia Civil, hasta antes de haber sido unificadas las instituciones policiales de la República, como Policía Nacional del Perú.
Si bien es loable el propósito de recordar a las personas desaparecidas en los veinte años referidos, la causa o motivación no fue la violencia, sino el terrorismo y hay que decirlo así de claro, sin subterfugios ni disfraces. Por lo menos ya no se le llama a tal período como de “violencia política” como sin pudor querían matizarlo quienes directa o soterradamente, justificaban al terrorismo, que es delincuencial, homicida y destructor, que tanto daño hizo a nuestra patria.
En una forma u otra se ha tratado de igualar a quienes perpetraron la violencia terrorista con quienes defendieron la patria y enfrentaron dicho flagelo, que fueron nuestras gloriosas Fuerzas Armadas y Policiales, así como también los buenos ronderos. No desconocemos que hubo excesos entre quienes actuaron en nombre del Estado, pero ello no puede justificar que se les iguale con los delincuentes terroristas, como se ha podido observar en el monumento conocido como el ”Ojo que llora” o como determinadas leyendas que describen la lucha contra el terrorismo en el “Lugar de la Memoria” en forma por lo más errónea, sin que hasta ahora nuestras Fuerzas Armadas hayan logrado las rectificaciones del agravio inferido.
El Congreso debería a nuestro juicio, tener la valentía de cambiar la denominación de la ley que le ha sido propuesta por el “DÍA NACIONAL DE LAS PERSONAS DESAPARECIDAS DURANTE EL PERÍODO DEL TERRORISMO DE 1980-2000 Y DE LOS HÉROES DE LA PACIFICACIÓN”, con la finalidad de que sean homenajeados quienes vencieron al flagelo terrorista, e incluso también cambiar lo del “PERÍODO DE VIOLENCIA” a que se refiere la Ley 30470, por “PERÍODO DE LA VIOLENCIA TERRORISTA”. Esperemos lo concreten.
