Susana Villarán cercada por pruebas

Allegados intentaron borrar pistas de pago de dinero sucio

El Equipo Especial Lava Jato, encabezado por Rafael Vela, la tiene clara: la exalcaldesa Susana Villarán está cercada de pruebas por recibir plata sucia de Odebrecht y OAS (3 millones de dólares) para financiar la campaña contra la revocatoria.

Sin embargo, llama la atención que desde que Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht, reveló estos pagos ilegales (el 23 de noviembre de 2017) el Ministerio Público lleva 11 meses sin ordenar la detención de Susana Villarán, quien sólo tiene impedimentos de salida del país.

La acusación fiscal es contundente en el esquema donde Odebrecht aportó 2 millones de dólares y OAS 1 millón de dólares. Después de salvarse de la revocatoria, en contraprestación, Villarán benefició a las constructoras brasileñas.

En efecto, el 31 de octubre de 2012, el Jurado Nacional de Elecciones convocó la revocatoria de Susana Villarán, y la consulta se produjo el 17 de marzo de 2013. En el transcurso de esos 5 meses, la gestión de la alcaldesa suscribió los siguientes acuerdos:

El 9 de enero de 2013 entregó mediante la fórmula de adjudicación directa –esto es, sin licitación ni concurso público– el proyecto Vías Nuevas de Lima (o Rutas de Lima) a la compañía Odebrecht. Se le entregó en concesión ingresos de 80 millones de soles anuales en peajes por 30 años.

Asimismo, el 13 de febrero del 2013, firmó una adenda para ampliar de 30 a 40 años la concesión Línea Amarilla a la empresa OAS, por 670 millones de dólares. De esta manera, se hacía de ingresos de peajes de la Vía de Evitamiento por 160 millones de soles anuales.

Según tesis fiscal encarpetada, ambos actos de favoritismo en beneficio de Odebrecht y OAS sería una respuesta al aporte de 3 millones de dólares que recibió la exalcaldesa para cubrir los gastos contra la revocatoria.

Es más, en el grueso expediente se afirma, gracias al levantamiento del secreto de las comunicaciones, que Jorge Barata, ex representante de Odebrecht), recibió una llamada telefónica de la misma ex alcaldesa Villarán solicitando dinero para la campaña contra la ‘No Revocatoria”.

De acuerdo al Ministerio Público, para evitar sospechas respecto al origen de los fondos de financiamiento entregados por Odebrecht, el exgerente José Castro planteó a Barata un esquema de recepción de los caudales que salieron del Departamento de Operaciones Estructuradas de la empresa brasileña: el fondo para el pago de coimas.

Según información fiscal, Castro y Barata se reunieron en el municipio para acordar la entrega de dinero, el primero le dijo que se iba a realizar de la siguiente forma: una parte no determinada sería depositada en diferentes cuentas bancarias, además de ser entregadas en efectivo en el país, y una suma de 2 millones de dólares sería entregada a Valdemir Garreta, para los pagos al publicista responsable de la campaña política, Luis Favre.

Al final, Odebrecht aportó 2 millones de dólares y OAS 1 millón de dólares, según declaró brasileño Valdemir Garreta, el propietario de la empresa consultora FX Comunicaciones, contratada por la gestión de Villarán para que se encargara de la campaña publicitaria del «No a la Revocatoria». Garreta sostuvo reuniones de coordinación con Susana Villarán y José Castro, según su manifestación que tiene la Fiscalía.

De acuerdo con la investigación fiscal, los representantes de Villarán presentaron falsas declaraciones de ingresos por 1 millón 614 mil soles y egresos por 1 millón 612 mil soles.

Otra fórmula aplicada para encubrir el origen de los fondos fue declarar donaciones de dinero de personas que nunca entregaron un centavo. O aportes de personas cuyas identidades no existen, es decir el mismo método que usó Fuerza Popular y por las cuales Keiko y altos dirigentes están detenidos.


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