Si la ignorancia es atrevida, la docta ignorancia es peor. Pues, son despreciables, más aún, cuando una oposición rabiosa lo considera como expresión cultural de una Nación. Por alguna razón la ultra derecha cuenta con el hecho y la propaganda de los medios de comunicación. Por eso se tornan intolerantes y juzgan a otros, sin ser ellos juzgados. A saber, son los fascistas disfrazados de demócratas. Son tan doctos (maestrías y doctorados-bambas) que en lo referente al constitucionalismo peruanos quedaron en ridículo, con sus argumentos de traición a la patria y, ahora, con la cuestión de la suspensión del cargo de Presidente Constitucional de la República. Olvidan que el ciudadano es un ser abierto a un mundo en donde ha de afirmarse y orientarse ejercitando su razón y desarrollando la consecuencia inmediata de aquella; es decir, su libertad.
En un momento de período de graves crisis política e institucional, es inútil insistir en crear más confusión, caos e ingobernabilidad. Para los “doctos académicos” de esa derecha bruta y achorada el plano político-jurídico absoluto ha resultado ser el instrumento ideal de la oposición que ha querido dar forma legal a la injusticia vía interpretación de la constitución apoyados por el principio del respeto a la Constitución del dictador, para exigir acatamiento a laarbitrariedad institucionalizada. Muchos congresistas y el propio titular de ese poder del Estado están seriamente cuestionado. En ellos no hay moral para la moral.
Ellos creen que es una función pantónoma del Parlamento Nacional obstruir todo. Pues, separaron la moral de la política, de la economía y del derecho quebrando el espíritu humano solidario, por el utilitarismo, la conveniencia y el interés individual de estos grupos que responden al poder económico. Es la ignorancia docta que ha generado este estado de cosas. Pues, yo no creo que el ciudadano para vivir bien en sociedad debe ser violentado y desnaturalizado. No puede ser que la pobre educación de los padres y de la juventud esten absolutamente bajo el imperio de los medios de comunicación social y el Estado permanezca ausente. Tan ausente que hizo de la ignorancia algo tan atrevido y de la docta ignorancia, el mayor peligro para la democracia. Pues, es inconcebible que el porvenir egoísta de esa escoria, sea la expresión cultural de nuestra Nación. No merecemos ser representados por la Sociedad de la Docta Ignorancia. El pueblo despierta por la frustración y el engaño. Pues no desea ser dominado por la astucia o la fuerza.
Es tal el hartazgo del Perú profundo que, nos llevando a una situación altamente peligrosa que puede estallar, la chispa violenta entre el Perú profundo y el Perú limeño. Solo basta una situación traumática y sabe Dios lo que puede ocurrir en nuestro País. Si la docta ignorancia es irracional, bien en algún momento, puede afirmar: Si el pueblo se auto educa y tornase culto, entonces sacará su pistola para liquidar la sabiduría. Casos de esta naturaleza puede ocurrir.
No a la sociedad de la docta ignorancia.
(*) Abogado penalista y analista político.