Hace algunos años, cuando la economía internacional aún no estaba «globalizada» y era muy difícil que las aduanas permitieran el pase libre de las mercaderías y más que nada los capitales financieros transitaran de un país a otro con la facilidad que ahora lo hacen, los indicadores de moda eran el PBI, la inflación y el tipo de cambio.
Si bien es cierto que estos aún se usan
para «medir» la solvencia o dificultades económicas por las que atraviesan los países, tanto de parte de los organismos multilaterales como de los inversionistas, hoy en día, en la era de los banqueros de inversión, en la época que un país necesita emitir bonos soberanos el Grado de Inversión que lo colocan Clasificadoras y el Riesgo País devienen en importantes.
ES UN ÍNDICE
El Riego País es un índice que pretende exteriorizar la evolución del riesgo que implica la inversión en instrumentos representativos de la deuda externa emitidos por los gobiernos de países emergentes. En otras palabras, es el «castigo» que el mercado financiero impone por la posibilidad de «default» o no pago por parte de los gobiernos emergentes de las sumas comprometidas por los bonos emitidos por ellos. Es un hecho, que a mayor riesgo, mayor rentabilidad o tasa de interés a exigir.
ES EN EL MERCADO SECUNDARIO
Una vez que los bonos están en el mercado secundario, se pasa de una situación de riesgo (la que se supone se puede cuantificar) a una de incertidumbre, en la que, a medida que esta sea mayor respecto a un posible incumplimiento de las obligaciones de pago, el Valor Presente de los mismos tenderá a ser menor. Esto en la teoría de las finanzas se calcula mediante el Valor Presente Neto (VPN) o con la Tasa Interna de Retorno (TIR).
En consecuencia, cuanto menor sea el VPN de los pagos futuros pactados, mayor será la tasa empleada para tal reducción al presente, o, lo que es lo mismo, mayor será la TIR. En rigor, entonces, el mayor valor de esta TIR no implica que el instrumento es altamente rentable, sino todo lo contrario: es altamente riesgoso. Hay que advertir, que esta TIR por sí sola no expresa nada, se necesita consecuentemente de comparaciones o evoluciones de la misma para sacar conclusiones.
EL CASO ES ENTONCES
Que debido a que hay una gran cantidad de ofertas de «valores» las comparaciones entre TIR serían casi un imposible, pues por el complejo cálculo combinatorio de (N¡/(N-2)¡*2¡, donde N es el total de instrumentos considerados y 2 es la cantidad de elementos comparados en cada test, la existencia de 4 bonos implicaría 6 cálculos, si fueran 5 serían 10 y si fueran 100 los cotejos llegarían a 4,950. Por esto es que se ha adoptado una «convención mundialmente aceptada», la que es comparar la TIR con un bono considerado mundialmente como que no tiene riesgo: el bono del tesoro a 30 años emitido por el gobierno de los Estados Unidos.
CÓMO SE CALCULA
Se compara cuanto mayor es en términos porcentuales la TIR de un bono de largo plazo emitido por un gobierno, respecto a la TIR de los bonos a 30 años USA. En otros términos, si un bono de un país emergente observa una TIR de 4.40% y la TIR del Bono USA a 30 años es del 4%, el riesgo país del emisor es del 10%, (4.40% dividido entre el 4%.) lo que se mide en puntos. Ese 10% se lee como un riesgo país de 1,000 puntos básicos y se le conoce como «Embip», (EMBI+).
ES DABLE ADVERTIR Que este mercado, es dominado primordialmente por inversionistas institucionales, cuyas expectativas de corto plazo y de inmediatez en sus activos líquidos responden a indicadores que muchas veces carecen de la debida sustancia y análisis, pero que son fáciles de marketear y difundir.