En un local del distrito de Íllimo, al norte de Chiclayo, una zona de emergencia por las intensas lluvias, fue captado por un equipo de televisión junto a una botella de cerveza. Él acepta que “sí” bebió alcohol.
Lee también:
Inaudito. El parlamentario José María Balcázar, de la bancada de Perú Bicentenario, fue sorprendido por un equipo de prensa en un local gastronómico del distrito de Íllimo, al norte de Chiclayo, Lambayeque, donde se le ve parado al lado de una mesa donde había una botella de cerveza a medio servir y un vaso vacío, y cuando le preguntaron si viajó desde Lima hasta esa zona para beber cerveza, su respuesta fue: “sí, pues”.
En el material audiovisual de televisión difundido hace unos días en Radio Doble B y en el programa Beto a Saber de WillaxTV, cerca del legislador del grupo parlamentario izquierdista aparece una persona, que vendría a ser su asesor en el Parlamento, quien sujeta con su mano un vaso con cerveza. El reportero le consultó a Balcázar si había estado ingeriendo alcohol, y él no lo negó.
“Congresista, ¿vino a Lambayeque a tomar cerveza?”, le consultó el reportero, y el parlamentario respondió: “sí, pues, estamos esperando a la comitiva”.
El periodista después le pregunta “¿por qué la esconde?”, refiriéndose a la botella de cerveza, y Balcázar contestó: “yo, no, si me están invitando”.
Luego, el reportero le hace la interrogante a Balcázar si está mareado, pero el legislador lo niega.
El distrito de Íllimo, al norte de Lambayeque, donde el congresista fue descubierto, es una zona de emergencia por las intensas lluvias.
Especialistas opinan
El analista político José Carlos Requena e Iván Lanegra, secretario general de la Asociación Civil Transparencia, hablaron sobre la semana de representación y lo que significa actualmente la rendición de cuentas de la labor parlamentaria.
“Muchas veces los congresistas van a sus regiones solo para escuchar y luego publicar una foto, pero su visita no se materializa en hechos, cuando estamos hablando de un Congreso muy desprestigiado. A veces los congresistas terminan siendo abucheados o atacados y prefieren viajar a otras regiones para no exponerse”, sostuvo Requena.
“La rendición de cuentas debería ser una audiencia pública que se dé, por ejemplo, una vez cada seis meses en los que los congresistas acudan y pueda asistir cualquier ciudadano para dar críticas”, explicó Lanegra.