El equipo dirigido por Eddie Howe no tuvo compasión y goleó 8-0 a un débil Sheffield United por la jornada 6 de la Premier League
El partido entre el Sheffield United y el Newcastle tuvo un aspecto sombrío desde el principio, pero después del partido y de recibir una paliza histórica, la situación se volvió aún más desalentadora, ya que el Sheffield United estuvo a un gol de igualar la mayor derrota en su historia, cuando el Manchester United venció al Ipswich 9-0 en 1995. La situación de Paul Heckingbottom al frente del equipo, que actualmente se encuentra en el último lugar de la tabla con solo un punto, está en serio riesgo.
El equipo dirigido por Eddie Howe venía mostrando una mejora gradual en su rendimiento, pero nadie esperaba lo que sucedió en Bramall Lane, donde las gradas se fueron vaciando a medida que los aficionados del Sheffield se cansaban de ver la pobre actuación de su equipo, que parece tener problemas en todas las áreas del campo.
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El Newcastle no tuvo rival en ningún momento del partido. El Sheffield fue superado de manera abrumadora, sin siquiera exigir la mejor versión de los «urracas», y el portero Nick Pope se convirtió en un espectador más. El Newcastle ya se fue al descanso con una cómoda ventaja en el marcador. Sean Longstaff abrió el marcador (21′), y luego, en dos jugadas de estrategia, Dan Burn (31′) y Sven Botman (35′) aumentaron la diferencia.
Si se esperaba alguna reacción por parte del Sheffield en el descanso, lo que ocurrió fue todo lo contrario. La segunda mitad del equipo fue vergonzosa, ya que pareció que a los jugadores no les importaba encajar gol tras gol, algunos de ellos como resultado de errores graves. El Newcastle aprovechó su superioridad con goles de Callum Wilson (56′), Anthony Gordon (61′), quien ingresó por el lesionado Harvey Barnes, Miguel Almirón (68′), Douglas Luiz (73′) e Alexander Isak (87′).
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Incluso podría haber sido peor para el Sheffield, ya que el Newcastle aprovechó la situación para aumentar su confianza después de un comienzo de temporada irregular. Sin embargo, esta derrota hunde aún más al Sheffield, que necesita encontrar una solución urgente si quiere tener alguna esperanza de mantenerse en la categoría.