Una deficiencia en Perú es la falta de participación ciudadana y escasa cultura política, vinculada con el sistema educativo, ausencia de capacitación en cultura cívica, principios y valores. Es evidente que elegimos mal a nuestros gobernantes, pero no podemos achacar este problema solo a la ciudadanía.
Hoy la responsabilidad recae en los Partidos Políticos y la solución ¿Estará en la reforma aprobada por el Congreso para las elecciones primarias y requisitos para inscribir partidos?
El problema se origina en los partidos que admiten en sus filas a personajes de dudosa procedencia o delincuentes, sin filtrar hojas de vida o antecedentes penales. Los casos sobran, un muestreo en el actual Congreso constataría este hecho; pero ningún poder del estado queda libre de culpa; el esquema se repite en el Ejecutivo y en el hoy cuestionado Poder Judicial.
El Tribunal Constitucional tampoco colabora al admitir que terroristas o delincuentes que hayan cumplido su condena participen en política o formen partidos una vez “rehabilitados”. Nada garantiza que un reo esté “rehabilitado” al salir en libertad, dato confirmado con la estadística de reincidencias. Un estudio realizado en Brasil en 2023 afirma que la reincidencia oscila entre el 36 y 42%. Si en Perú la población penitenciaria es de 90 mil y el 36% reincide, 32 mil delincuentes regresarían a las cárceles, sin contar a quienes no son atrapados. El problema es la ausencia de programas de rehabilitación.
Los delitos por terrorismo, con motivaciones ideológicas arraigadas, hacen que los autores sientan justificados sus acciones y agresiones, sin mostrar arrepentimiento. ¿Qué garantiza que un delincuente haya sido rehabilitado? Hoy vemos cómo un asesino de policías, que requiere evaluación psiquiátrica, inscribe un partido político a pesar de sus testimonios en redes sociales donde afirma que lo volvería a hacer.
El problema está en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), artífice del Gobierno del hoy presidiario Pedro Castillo, sin reparos para vulnerar la Constitución dando paso a un gobierno de ignorantes y un partido vinculado con terroristas de Sendero Luminoso, con los que pareciera comulgar ideológicamente. ¿Hasta cuándo el JNE seguirá impune? Pero es la cuestionada Junta Nacional de Justicia (JNJ), única instancia autorizada para sancionar a Jorge Salas Arenas, pero no se pronuncian. Este magistrado busca perpetuarse, desprestigiando al Perú incluso ante organizaciones internacionales.
La conciencia cívica se adquiere con el ejercicio ciudadano. Muchos países democráticos tienen elecciones de medio término, donde a mitad del periodo se ratifica o remueve a los representantes según las expectativas ciudadanas. Ello mantiene a la población activa ejerciendo sus derechos, aprobando o censurando autoridades.
Ante la modificación de la Ley sobre las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), es necesario buscar alternativas para que la ciudadanía tenga mayor participación y ejerza sus derechos. Los partidos deben garantizar la idoneidad de los candidatos a presidente y otras autoridades. Las opciones aprobadas entre elecciones abiertas, afiliados o a través de delegados; no garantiza la idoneidad de los políticos.
Para fortalecer a los partidos, es necesario filtrar a los afiliados, representantes y candidatos. Solo exigiendo meritocracia lograremos buenos representantes en las instituciones del Estado. Pero el verdadero problema es la ausencia de un “Código Electoral”, cuerpo normativo para regular los procesos. Se promulgan leyes desarticuladas permitiendo que las autoridades electorales desarrollen sus propias interpretaciones. Otro tema es la configuración de verdaderos distritos electorales que permita a los ciudadanos saber quién los representa, así el congreso actuaría más preocupado por sus regiones.
La eliminación de las PASO genera debates sobre la estructura y regulación de los procesos electorales internos. Mientras el Congreso busca fortalecer a los partidos, existe el peligro de la actitud negligente en la selección de candidatos buscando del poder, sin alternativas para la ciudadanía.