Ana Vidal (28) intentaba cruzar la frontera rumbo a Estados Unidos. Luego del atentado, la reportaron como desaparecida hasta que la organización 1-800 Migrante confirmó su fallecimiento.
La noche del 15 de febrero ocurrió un terrible accidente, cuando un grupo de migrantes suramericanos que se dirigían hacia la frontera de Estados Unidos sufrió un ataque armado en Sonora, México. Este suceso trajo como resultado la trágica pérdida de tres vidas, incluyendo la de un niño ecuatoriano de tan solo cuatro años, y dos mujeres, una de nacionalidad peruana y otra hondureña. Este ataque, perpetrado por sicarios fuertemente armados, afectó a tres vehículos que transportaban entre 11 y 14 migrantes cada uno, según confirmó Gustavo Salas, el fiscal general de Sonora.
“Nuestro Consulado General en México acompaña a la familia (de Ana Vidal) y mantiene contacto con el Gobierno del Estado de Sonora para gestionar su repatriación”, informó la Cancillería en un esfuerzo por brindar apoyo y asistencia en estos complicados momentos.
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La Cancillería ha expresado su profundo pesar por el fallecimiento de la joven peruana, Ana Vidal, de 28 años, quien iba a bordo de una de las camionetas que el grupo armando atacó. Vidal es la cuarta víctima del atentado en Sonora.
El incidente se produjo cuando varias camionetas partieron del poblado de La Reforma con el objetivo de facilitar el cruce irregular de decenas de migrantes sudamericanos hacia los Estados Unidos. Los vehículos fueron brutalmente interceptados y atacados por sujetos armados, un hecho que ha sacudido a la comunidad internacional y ha puesto de relieve los peligros a los que se enfrentan los migrantes en su búsqueda de un futuro mejor.
Las investigaciones preliminares llevadas a cabo por las autoridades han permitido esclarecer algunos detalles sobre el modo en que se desarrolló este trágico suceso. “Los hechos ocurrieron en la noche del pasado 15 de febrero”, indicó el fiscal Salas, quien también señaló la participación de “sujetos fuertemente armados” en el ataque.
