El tráfico de terrenos ah tomado mucha ventaja a las autoridades y no solo es ilegal si no también peligroso ya que debido a eso hay mucha delincuencia, muertes y bandas criminales
El tráfico ilegal de terrenos en la capital peruana sigue en constante aumento, alimentado por mafias que logran acumular hasta 20 millones de soles al año. Según el Código Penal, los delitos de usurpación y tráfico de terrenos estatales conllevan penas de 5 a 12 años de prisión.
En Lima, alrededor de 19 distritos enfrentan invasiones ilegales de tierras, incluyendo zonas como Puente Piedra, Ancón, Ventanilla, Santa Rosa, Villa María del Triunfo, San Juan de Lurigancho y Ate Vitarte. Según informes de la Fiscalía, cada red delictiva dedicada al tráfico de terrenos puede generar ingresos millonarios anuales, con una actividad más prominente en Lima y la costa norte y sur del país.
La gravedad de esta situación se manifiesta en trágicos sucesos, como el reciente doble homicidio ocurrido en un cerro de Manchay, donde las víctimas fueron presuntas invasoras de terrenos. Según las investigaciones preliminares de los peritos de Criminalística, estas muertes estarían relacionadas con actividades ilegales de tráfico de tierras en la capital. La Fiscalía ha registrado al menos 36 fallecidos en incidentes vinculados a este delito.
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Los defensores de las lomas en Lima denuncian constantes amenazas por parte de traficantes de terrenos, a pesar de que estas áreas están protegidas por ley debido a su fragilidad ecológica. En zonas como Carabayllo, Amancaes, Villa María del Triunfo y San Juan de Lurigancho, se libra una batalla constante entre aquellos que buscan preservar el medio ambiente y quienes intentan vender tierras de forma ilegal.
El año pasado, al menos 25 defensores presentaron denuncias por temor a represalias de las redes delictivas. Estos preocupantes incidentes subrayan la urgente necesidad de abordar y combatir el tráfico de tierras ilegales en el país, no solo para proteger el entorno natural, sino también para garantizar la seguridad y el bienestar de sus habitantes.