Algunas de las deficiencias encontradas son huecos en varios tramos de los muros del canal, rocas inestables y riesgo de segregación
La Contraloría General emitió una advertencia sobre la interrupción de labores en el túnel 2 del proyecto de mejoramiento hídrico en la cuenca del río Grande-Santa Cruz-Palpa. Esto se debe a que la empresa contratista no incluyó la compra de arcos metálicos necesarios para llevar a cabo la tarea de «sostenimiento«, lo que podría prevenir derrumbes y proteger la seguridad de los trabajadores en la construcción de dicho túnel.
Asimismo, los inspectores detectaron falencias en la edificación del conducto principal, ya que se estaba llevando a cabo el vertido de concreto a una altura superior a 1.5 metros, lo que podría provocar segregación y huecos en la mezcla. Además, se notaron espacios vacíos en varios segmentos de los muros del canal en su parte exterior, lo que podría facilitar la filtración de humedad.
Según el Informe de Control N° 4786-2024-CG/GRIC-SCC, durante la construcción del túnel 2 se identificaron formaciones rocosas clasificadas como tipo IV y V, las cuales, debido a su naturaleza inestable, necesitaban medidas de sostenimiento antes de la excavación. Estas medidas incluían la instalación de arcos metálicos (cerchas) y la aplicación regular de shotcrete (hormigón proyectado).
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Sin embargo, la empresa contratista no llevó a cabo estas labores, a pesar de las repetidas comunicaciones de la supervisión que le indicaban que era necesario hacerlo para prevenir colapsos y desprendimientos. Por esta razón, el 25 de enero de 2024 se decidió detener las actividades en dicho túnel.
Este problema surgió debido a que el consorcio contratado por el Proyecto Especial Tambo Ccaracocha para llevar a cabo esta obra, valuada en 147 millones 892 mil 994 soles, no planificó adecuadamente la adquisición de los arcos metálicos, los cuales, al ser de importación, resultan difíciles de obtener en el tiempo necesario.
Además, durante la inspección realizada por la comisión de control, se observó la falta del experto en túneles en los distintos sitios de trabajo, lo que podría comprometer la excelencia de la construcción y resultar en una multa de S/7725 para la empresa contratista debido a la ausencia de este personal clave durante tres días.
Finalmente, se señaló que se está empleando petróleo como agente desmoldante de concreto en el proceso de encofrado y desencofrado. Además, se observó que el personal trabaja sin gafas de protección, los equipos de compactación carecen de extintores, hay áreas sin cercos de seguridad, cables eléctricos expuestos al agua, y almacenamiento deficiente de varillas de acero y bolsas de cemento.