Por mandato constitucional “Los medios de comunicación social, deben colaborar con el Estado en la educación, y en la formación moral y cultural.
Evidentemente la prensa radial y televisiva, no es la misma que la escrita, pues mientras las dos primeras requieren de licencia del Estado ya que por lo general usan el espectro electromagnético que pertenece a la Nación, los medios de prensa escritos no requieren de ninguna autorización, permiso ni licencia y, encima tienen amplísimo margen en cuanto libertad de opinión y de expresión, mientras por supuesto no incurran en delitos como la calumnia, difamación e injuria, entre otros.
Por lo antes señalado es fácil percibir que el Estado puede generar mecanismos para que la prensa radial y televisiva, contribuyan con la educación, así como con la cultura, más la formación moral de oyentes y espectadores. Para la prensa escrita ello sería prácticamente imposible por las libertades a las que nos hemos referido y, cualquier limitación atentaría contra preceptos constitucionales.
Ahora bien, cuando espectamos canales privados nacionales, tenemos la sensación que poco contribuyen a la educación y cultura y mucho menos a la formación moral, pues hay cada “programita” que sonrojaría al más desaprensivo, pero además con chabacanería, promoción de la violencia y los enfrentamientos, sin olvidad las malas noticias que, hoy en día, son cotidianas y a toda hora.
Siguiendo con la televisión, era bastante frecuente que en el llamado “sapeo”, se soslayara al canal del Estado Peruano, el siete, conducido por TV Perú del IRTP, pues se tenía la idea que sus programas eran de menor calidad. Pues gran error, por lo menos desde ya hacen varios años.
En efecto se cuenta en horas muy tempranas de la madrugada con noticieros en aimara y quechua, además del castellano, con lo que se está colaborando con la integración del poblador del Ande, Se tienen también programas de seguridad, de salud, programas para niños y adolescentes, deportes de diversidad de disciplinas, obras teatrales, cine nacional, gastronomía y turismo peruano, mostrándonos las maravillas de nuestra patria y las facilidades con las que se cuenta para poder admirarlas.
Adicionalmente el mismo canal se suma al del Congreso para estar al día en materia parlamentaria. El televidente puede conectar con tareas de los emprendedores adquiriendo nuevos conocimientos.
Se promueve nuestra música nacional, sea la andina como la amazónica, pero sin olvidar excelentes programas de música costera o criolla, promocionando el vals peruano a la vez que la marinera, la polca, el tondero o la zamacueca.
Los domingos estamos conectados con actividades religiosas, como es la Santa Misa ofrecida por el arzobispo de Lima.
Se preguntarán probablemente los queridos lectores ¿por qué no decimos nada de los programas de entrevistas? Y la respuesta es obvia, pues se otea falta de pluralismo y, daría la impresión que las autoridades del Canal del Estado quieren llevarle el Amén al gobierno de turno, bueno, regular o pésimo, pero es gobierno y si se le adula, alguito caerá, aunque nada de esto ensombrece la buena calidad de la difusión de la cultura por el canal al que nos referimos.
