Ninguno de los interlocutores de Milei le preguntó por su falta de contacto con las autoridades locales
El presidente argentino, Javier Milei, llegó a Madrid con una retórica incendiaria, dirigiendo sus ataques hacia la izquierda. Con un discurso lleno de cifras, datos técnicos y referencias a la economía de su país, Milei no dudó en calificar al socialismo como «el cáncer de la sociedad» y a los izquierdistas como «enemigos satánicos y cancerígenos». La presentación del viernes en España dejó clara su postura combativa y su determinación de promover su agenda libertaria a nivel internacional.
Durante su intervención, Milei fue enfático: «Los impuestos son un robo, una confiscación». Criticó con dureza a los progresistas, a quienes acusó de ser «una máquina de producir pobres». En primera fila, escuchaban atentamente el líder de Vox, Santiago Abascal, y la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Antes de comenzar su discurso, Milei se levantó especialmente para saludar a Abascal, a quien elogió durante el coloquio, explicando su presencia en el mitin de Vista Alegre del domingo: «Cuando yo era un ser despreciable que nadie quería, el único que me abrazó fue Santiago Abascal. Era un imperativo moral, pero además es un amigo y una gran persona».
Milei inició su visita de tres días a España con un encuentro en el auditorio del diario La Razón, donde presentó su libro El camino del libertario (Deusto, 2024). A seis meses de su mandato, el líder de la tercera economía de América Latina no escatimó en anunciar sus ambiciosos objetivos: «Nosotros mandamos cerca de mil reformas estructurales en dos semanas. Van a tardar más o menos, pero van a salir. Y se vienen 3.000 reformas más. Para que Argentina termine siendo el país con mayor libertad económica del mundo y que en 35 o 40 años sea una de las principales potencias mundiales, como fue a fines del siglo XIX».
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Con frecuentes bromas y comentarios, Milei ironizó sobre ser el «primer presidente liberal libertario de la historia» en «un país de zurdos». Explicó su estrategia para ganar la «batalla cultural» contra la izquierda: «El poder es un juego de suma cero, si lo tienen los zurdos no lo tenemos nosotros. No dejemos que el lado oscuro, negro, atroz, satánico, cancerígeno que es el socialismo nos gane».
La presentación estuvo marcada por estrictas medidas de seguridad, lo que llevó a los organizadores a mantener a la prensa en una sala apartada con un televisor. Ninguno de los interlocutores de Milei le preguntó por su falta de contacto con las autoridades locales y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, durante su visita. Esta decisión de evitar a las autoridades locales sigue al reciente incidente diplomático con España, cuando el ministro de Transporte, Óscar Puente, insultó a Milei, provocando una fuerte reacción del gobierno argentino.
«Estamos incomodando a los rojitos por todo el mundo», afirmó un sonriente Milei, quien reafirmó su promesa de cerrar el Banco Central con un rotundo «absolutamente». Fue aún más lejos al declarar su intención de proponer una ley que haga ilegal la emisión de dinero: «Van a ir presos el presidente del Banco Central, el ministro de Economía, el presidente de la Nación y todos los diputados y senadores que hayan aprobado esa ley».
Con su estilo combativo y su retórica incendiaria, Javier Milei busca posicionarse como un líder internacional de la derecha libertaria, dispuesto a desafiar al socialismo y promover un cambio radical en la política y la economía global.