La estrategia zurda

por | Sep 20, 2019 | Opinión

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La estrategia de los rojos no cambia ni cambiará jamás. Ellos se hacen los desentendidos ante cualquier tema y tratan por todos los medios de crear caos y zozobra por más que se les explique que tal o cual caso no es como ellos lo pintan. Y no es que sean tontos o torpes. Al contrario, lo hacen a propósito, a sabiendas que su supuesto desconocimiento prolongará un clima de inestabilidad y malestar.

¿Ejemplos? Solo dos: Tía María y Universidad San Marcos. En el primer caso todos los dirigentes SABEN que el proyecto no sólo no contaminará, sino que no se ubica en el Valle del Tambo ni en medio de una zona poblada. La instalación del proyecto más cercanose encuentra a unos tres kilómetros del valle y a cuatro de la localidad habitada más cercana. Lo más curioso es que Cocachacra está a siete kilómetros de las primeras instalaciones de Tía María. Tampoco utilizará agua del río o subterránea, sino del mar, en un proceso de desalinización.

No sigo porque no alcanzaría el espacio de esta columna. Cáceres Llica y sus apóstoles saben de todo esto, pero siguen con la cantaleta, dale y dale, intoxicando a la población con sus mentiras y satanizando a más no poder contra todo lo que significa minería. Así, convocan a paros regionales, queman llantas, bloquean carreteras y pechan al propio presidente Vizcarra. Son, de hecho, muy aplicados en la doctrina de destruir todo y evadir el diálogo.

Con el dogma “no va”, cierran los ojos ante la realidad tal como sucedió con el proyecto Conga, sumiendo a sus pueblos en la pobreza y el subdesarrollo. Para colmo de males, el antiminero número uno del Perú, el congresista Marco Arana, se encuentra metiendo sus narices por Arequipa, ya nos imaginamos para qué.

En el caso de la Universidad San Marcos sucede prácticamente lo mismo. Los rojos dirigentes de esta casa de estudios saben que el campus universitario mejorará sustancialmente con el cerco perimétrico y las vías aledañas a este claustro y que, además, tendrán la posibilidad de contar con una estación cercana a la universidad con la Línea 2 del Metro de Lima, pero siguen con la cantaleta que eso los perjudicará. Lo saben, pero insisten con la mentira porque les conviene, quieren prolongar el caos aunque se les explique en mil idiomas.

Esa es una práctica ancestral de nuestra izquierda criolla. Y hay ingenuos que aún creen en el diálogo con ellos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.


Más recientes

Social media & sharing icons powered by UltimatelySocial