Por: Juan Sotomayor
Luego de la incertidumbre generada a partir de la decisión de disolver el Congreso, los hechos se vienen imponiendo a los debates jurídico-constitucionales; pues mientras todavía se discute si la medida fue constitucional o no, los ajustados plazos para realizar las elecciones congresales del 2020 juegan a favor de la posición asumida por el presidente Vizcarra.
Conforme pasan los días, se consolida en los hechos el proceso electoral para elegir a los nuevos congresistas, que completarán el periodo iniciado en julio del 2016. Incluso algunos líderes de partidos que alegan la inconstitucionalidad de la disolución del Congreso y calificaban la situación como un golpe de estado, han anunciado que sus agrupaciones participarán en las elecciones convocadas para enero del 2020.
Y si bien la incertidumbre persistirá hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la demanda competencial interpuesta hace unos días por el presidente de la Comisión Permanente del Congreso, el Jurado Nacional de Elecciones ya ha aprobado el cronograma electoral y ha dictado reglas concretas que se aplicarán en el proceso.
Así, el JNE ha dispuesto que las normas electorales aprobadas este año en el marco de la reforma política no se aplicarán en las elecciones del 2020. Esto significa, por ejemplo, que por no tratarse de elecciones generales, los partidos que no participen o no superen la valla electoral, mantendrán su inscripción. No hay obligación ni urgencia de participar, pero por el bien del país, todos los partidos políticos deberían hacerlo.
Los procesos de elección interna para designar candidatos tienen como fecha límite el 6 de noviembre. En ellos se aplicará el 30% de cuota de género, pero no será obligatoria la alternancia de varones y mujeres.
No queda claro si los integrantes del Congreso disuelto pueden participaren estas elecciones. Hay quienes señalan que sí podrían postular ya que no estaremos frente a un nuevo periodo congresal, sino al complemento del periodo 2016-2021 y, por tanto, no se daría la figura de la reelección. Si algún ex congresista desea arriesgarse, el JNE definirá su inscripción, pero de pasar ese filtro, será el pueblo quien tome la ultima decisión.Llo cierto es que ya estamos ante un proceso electoral en marcha y es necesario tener muy claras las reglas de juego.