Por: Phillip Butters / Hoy, el juez Víctor Zúñiga tiene que definir si Keiko regresa o no a prisión, porque según José Domingo Pérez, ella y su cúpula (Jaime Yoshiyama, Pier Figari, etc.) habían armado una organización criminal para recibir dinero de Odebrecht para que cuando fueran gobierno le devolvieran el favor en leyes que beneficiarían a una compañía que puede ser estructuralmente corrupta.
La teoría fiscal dice que ellos han lavado activos, ese es el delito imputado. Pero para que uno lave activos tiene que recibir dinero de procedencia ilegal, luego realizar actos de conversión y devolver ese dinero en actos de bienes o servicios.
Keiko perdió las elecciones del 2011 y 2016. De tal manera que esa parte del delito no tiene cómo haberla devuelto, porque nunca fue gobierno.
Aparte, los aportes ilegales a campaña tienen una tipificación muy diferente al lavado de activos y eso ya está hecho en una ley dada el año pasado por este gobierno, como parte de la reforma política.
Tampoco tenemos una noticia confirmada de que Yoshiyama recibió el dinero de manos de Barata, porque no basta con lo dicho por ese señor, sino, tiene que probarse.
Hasta donde se sabe, ha hecho una descripción de una casa en San Isidro en donde entregó el dinero a este señor, pero eso no es una prueba.
Todo eso lo ha repetido mil veces José Domingo Pérez, porque en las últimas audiencias veíamos discutir al señor “Gargamel” con los “pitufos” que maneja Keiko Fujimori. Pero no hemos hecho más que caer en un show mediático, con operaciones psicológicas montadas por el Grupo El Comercio, Grupo La República y RPP, distrayéndonos del tema central, que KEIKO NO GOBERNÓ.
Toledo sí gobernó y está fugado. PPK igual, pero está en su casa. Villarán gobernó y está presa porque ella misma ha aceptado el asunto.
Otro tema es el de Nadine Heredia, que gobernó con Ollanta Humala y también recibió, según José Domingo Pérez, dinero negro.
¿Dónde está la diferencia con Keiko? En que la lideresa de Fuerza Popular no ganó las elecciones y en que hay una detallada forma de haber entregado el dinero por el propio Barata en diversas ocasiones, acotando fecha, hora, cantidades, y hasta con un colaborador eficaz que todos presumen que es Martín Belaunde Lossio, diciendo que él llevó 200 mil dólares.
Para Colmo, Ollanta Humala y Nadine, la mamá de Nadine, el hermano Ilán Heredia, y demás personajes cercanos a ellos, tienen un desbalance patrimonial de más de 12 millones de soles, cosa que no se le ha encontrado a Keiko.
Además, queda claro que Nadine se quería fugar porque le habían inventado un trabajo en la FAO, en Suiza.
Sea como fuera, Keiko y Nadine tienen que ser acusadas de una vez y dejar de ser parte de un show mediático.
Si tantas pruebas tienen contra ellas, que de una buena vez acusen, juzguen y condenen.
Basta de show mediático. Lo cierto es que Odebrecht hizo lo que le dio la gana con el Perú, ha vendido sus activos, lo propio que Graña y Montero, y no hay ninguna persona de ningún directorio, gerencia o accionistas del “Club de la Construcción”, que esté preso. Vendieron todo, se largaron, y no nos han indemnizado.
Basta ya del show mediático, hechos y no palabras. José Domingo Pérez, en su modo “Gargamel” o en su modo fiscal, tiene que cumplir con su deber, que hasta el momento, simplemente le da para una actuación, no para un aplauso.