Por: Edwin Cavello Limas
El 29 de enero recibí la carta notarial de la Viceministra de Cultura, María Elena Córdova Burga. Sabemos que como medio crítico siempre el Gobierno intentará amedrentarnos usando diferentes métodos. Ya hemos experimentado el reglaje, el hackeo y bloqueo a nuestra página web y el ataque al servidor.
Esta vez una nueva carta notarial nos llega con la única intención de silenciar nuestro trabajo. Solo mencionar y recordarle a la señora viceministra, que nuestra última publicación está basada en la documentación de las más de 100 páginas del informe de auditoría.
Con respecto a su misiva notarial le manifiesto lo siguiente: Que a la postre no voy a rectificar ni retirar las publicaciones que se han colgado en la página web de Lima Gris y además NIEGO Y RECHAZO TAJANTEMENTE que la información vertida en dichos artículos periodísticos sean tendenciosos y difamatorios porque considero que su honor no ha sido menoscabado; no obstante, que entre el derecho al honor, y el derecho de la libertad de información y/o expresión, ambos de relevancia constitucional, evidentemente se estima la supremacía del segundo, por tratarse de un derecho colectivo, en comparación con el honor que es un derecho eminentemente personal y/o individual.
Lima Gris es un medio de prensa de cultura serio e independiente, con presencia desde hace más de diez años y que a diferencia de lo que usted aduce: nosotros difundimos y promovemos, pero también investigamos cuando los hechos así lo ameritan, denuncias que llegan a nuestra mesa de redacción. Las mismas que son minuciosamente analizadas, investigadas y contrastadas por nuestro equipo de periodistas especializados en temas culturales, artísticos y de actualidad, con la finalidad de que nuestros lectores conozcan los acontecimientos de una manera rápida, seria y veraz.
En tanto, es menester informarle que en el marco constitucional de un Estado de Derecho que garantiza las garantías fundamentales, cabe mencionar que usted señora María Elena del Carmen Córdova Burga al haber sido y al ser actualmente funcionaria del Estado en las coyunturas antes mencionadas, de hecho ostentaba y aún ostenta la condición de personaje público, y por ende su conducta participaba y participa de interés general; ergo, se encontraba y se encuentra en riesgo de que sus actos subjetivos como funcionaria se vean afectados por críticas, opiniones, o revelaciones adversas.
A su vez, consideramos que es nuestro deber es informar a la opinión pública en base a cualquier indicio de irregularidades que puedan haber surgido en la DDC y en el MINCUL y en las personas involucradas. Que, asimismo, nuestra Constitución Política, incorpora en su artículo 2° lo siguiente: “Toda persona tiene derecho a: (…) 4. Libertad de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o por imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento alguno (…)
Finalmente, lamento que su persona se sienta afectada por las notas periodísticas publicadas por Lima Gris, no obstante, los medios de comunicación social somos libres de actuar sin presiones políticas, para actuar solamente informando en asuntos que sean de interés público.
(*) Periodista y director de la revista cultural Lima Gris.