Por: Alter B. Himelfarb W. / Cuando Mahoma andaba en los 40 años, se retira a una cueva, donde dice él, -único testigo del encuentro-, que el Arcángel Gabriel se le apareció y le reveló las verdades divinas, concluyendo en que “Hay un solo Dios y Mahoma es su Profeta”(?). Dice Mahoma que esa “revelación progresiva”, reconoce 6 fases: Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Mahoma. “Que Mahoma es el último Profeta. Y que después de él, no habrá más Profetas”. (Historia del Pueblo Judío, Tomo I, WERNER KELLER, extractos, Pág.225 / Sarpe,1985, España). Ídem 225, extractos).
(Debo excusarme nuevamente ante mis lectores, por cuanto en el Art. anterior (el III/Feb.24), en el 5° párrafo, lo correcto es: “ubicándonos en los años 600 d. e.{de esta era} y no a. d. e., {antes de esta era}, como en efecto me equivoqué, puesto que Mahoma nació en el 569 de esta era, después deJesús)
Entonces, nos aparece la prueba reina de todo este embeleco:
“La inclinación del *Profeta*, –hacia el judaísmo-, se transforma en odio.
Rompe para siempre con los judíos, que se niegan a aceptar su doctrina y se convierte en su más encarnizado enemigo. Sus palabras suenan de repente, llenas de odio“.”Ahora que os fue entregado un libro de alá para confirmación de vuestra anterior revelación, vosotros la habéis rechazado…¡venga pues la maldición de alá sobe los ateos!…”. Dedica una Sura, la “Sura de la Vaca”, llena de improperios contra los judíos”.
Estamos en un punto clave: Sin motivos por parte del pueblo judío que vivió pacíficamente con la Arabia idólatra, tan pronto aparece Mahoma con su creación del Islam, que él llenó de odio y perversidad hacia el pueblo judío, -porque las innumerables tribus judías, definitivamente no le “pararon bolas”-, comienza una guerra sin cuartel contra este pueblo, hasta el día de hoy. La obsesión y el fanatismo islámico contra el pueblo judío, lleva ya cerca de 1400 años, el cual, como un “gran elefante”, el mundo, la humanidad, las Naciones Unidas, -¿Unidas en qué?- no se han dado cuenta, no han hojeado las páginas de la historia, para “descubrir” que el victimario es el pueblo islámico y la víctima, una vez más, lamentablemente es el pueblo judío. Mahoma asesinó a sangre “bien fría”, a todos los judíos de Arabia. Comenzó su masacre contra los judíos de Yatreb (Medina), y continuó asesinando a todas las tribus judías que vivían en la Península Arábiga. Eran cerca de 6000 habitantes, diseminados en diferentes regiones de la Arabia.
Desde luego, que una horda de 15.000 fanáticos musulmanes, atacando de sorpresa, tribus judías de 400 a 500 habitantes, muy pobremente armadas, no quedaba ni uno con vida. Así cumplía Mahoma su credo de que:
“el poder de la *espada de alá*, hará respetar la nueva religión”.
Esa era su forma de *predicar*, hasta el día dehoy: Las Torres Gemelas, El Semanario francés Hebdo y otros acontecimientos trágicos en diferentes partes delorbe;asesinatos en Teatros y en Supermercados,las acciones del Estado Islámico, Todas esas luchas fratricidas de que hemos tenido conocimiento en Libia, Egipto, Yemen, Siria, Afganistán, Irak, la Yihad Islámica, el terrorismo antisemita del eje Irán-Hezbolláh-Hamás, con la Amia y la Embajada de Israel en Argentina, como también, la persecución y/o asesinato de fieles cristianos, son muestra fehaciente de quiénes son realmente los victimarios.
Como hemos dicho, los judíos vivían en paz en la Península Arábiga, y eran apreciados por sus vecinos Árabes idólatras. No había problemas de tierras. Todo ello, antes de Mahoma. Todo ese odio, a partir de Mahoma, porque los judíos no le creían “ni media” a él, ni su creación del Islam.
Esa herencia de odio hacia los judíos, quienes, junto con los cristianos eran considerados infieles, seguía a la prédica de que “los infieles debían morir”.
(*) Miembro A.I.E.L.C.