Aunque Wuhan sigue siendo la ciudad que concentra el mayor número de contagiados de China, hoy proclama con orgullo que tiene más de una semana sin registrar nuevos casos.
Todavía no desaparecen las mascarillas pero ya se puede salir de casa. Wuhan, la metrópolis china dónde tuvo su génesis la epidemia del nuevo coronavirus, retorna poco a poco a la normalidad. Luego de vivir por más de dos meses una cuarentena absoluta, aun con los peores augurios, logró detener un brote de pronóstico apocalíptico.
Este sábado abrieron parcialmente sus puertas sus sistemas de metro y ferrocarril y se reactivó el servicio de autobuses. Según datos oficiales difundidos por la agencia Xinhua, más de 7 mil personas que habían quedado varadas dentro del perímetro de la cuarentena. Las familias ya han podido ir de vuelta a sus hogares en trenes especiales dispuestos para tal fin. También se difunden en redes fotografías de personas que ante la medida se apresuraron a visitar el parque Hankou Jiangtan para ver el río y respirar aire fresco.
Cómo parte de la gradual normalización, se anunció que el próximo 8 de abril reanudará operaciones el aeropuerto local. En dicha fecha se autorizará la entrada y salida regular de personas de la ciudad, que desde el pasado 23 de enero se encuentra clausurada.
El escenario parece indicar que el lugar donde todo comenzó también será el primero en superar los contratiempos del Covid-19. Aunque Wuhan sigue siendo la ciudad que concentra el mayor número de contagiados de China -más de 50 mil de los 82 mil registrados en todo el país- hoy proclama con orgullo que tiene más de una semana sin registrar nuevos casos. No hay señales de que pueda dar pasos en retroceso.
Las medidas radicales adoptadas por las autoridades y la rigurosidad con que sus habitantes asumieron el régimen de aislamiento constituyeron la clave de la hazaña.