Por: Enrique Peramás / Según la última encuesta de Datum, la aprobación del alcalde de Lima cae 10 puntos, del 50% al 40% de aprobación. En resumen de 10 limeños, 6 rechazan la gestión actual.
Razones hay muchas para que los ciudadanos se den cuenta de las limitaciones del alcalde Muñoz, más aun cuando el apoyo mediático de la prensa ya no rinde el mismo efecto.
¿Qué motiva el rechazo?
• La falta de liderazgo. En épocas de crisis humanitaria, se necesita de la capacidad y grandeza de un líder, que sea convocante y que con sus actos levante el espíritu de un pueblo que ve morir día a día a más hermanos compatriotas. Nada de eso refleja Muñoz en su accionar político, más aún se esconde detrás del gobierno de Vizcarra.
• Los caminantes. Todos vimos como miles de peruanos tuvieron que salir de la capital rumbo a sus provincias, para salvarse del hambre y la muerte en la capital. No hubo ningún gesto del alcalde de Lima para facilitar el regreso de los caminantes. Falta de humanidad.
• El transporte. Si hay un indicador que nos vislumbra un futuro trágico en la pandemia, es la ausencia de un servicio de transporte aceptable. Solo vemos un alcalde peleado con la Autoridad de Transporte Urbano – ATU, por la transferencia de competencias. Inaceptable
• Los peajes. Pésimamente manejada la estrategia legal. No solo perdimos el arbitraje internacional, sino que ahora le debemos cientos de millones al concesionario. Siendo abogado el alcalde, cabe muy bien el refrán: en casa de herrero, cuchillo de palo.
• Los mercados. Tremendo error, nunca se estableció una propuesta integral conjunta con todos los alcaldes distritales de prevención y de medidas sanitarias urgentes. Con el agravante que la mayoría son de su partido, Acción Popular.
• Cantagallo. El 50% de nuestros hermanos shipibos han dado positivo. No hubo una política de aislamiento inmediato en una zona vulnerable y donde no hay agua potable.
• La Casa de Todos. Nadie puede negar la loable intención de apoyar a compatriotas en situación de indigencia, pero las políticas públicas deben ser integrales y no aisladas. La Municipalidad de Lima tiene el control de la Beneficencia Pública, la misma que posee cientos de propiedades, muchas de ellas en manos desconocidas. En casi ya 2 años de gestión cuantas propiedades ha puesto en valor la Beneficencia Pública? Como dato tenemos que en distritos acomodados tiene propiedades ocupados por personas que no pagan ningún sol y que no tienen nada de indigentes.
Ojalá que en los próximos 2 años de gestión que le queda al alcalde Muñoz mejore en algo la calidad de vida de los limeños. Queremos una ciudad resiliente, sostenible, segura e inclusiva y que deje de ser lo que es ahora, una Lima de nadie, sin rumbo. Aunque Muñoz tiene un gran problema, que lo gráfica en una frase el escritor español Rafael Chierbes: Si no sabes dónde vas, ningún camino es bueno.
