La empleada peruana dijo que en su país las personas que cuidan a personas de edad se quedan con las viviendas cuando mueren
Una trabajadora del hogar de nacionalidad peruana es investigada en España por apropiarse de la casa de su empleadora de 75 años quien falleció a finales de marzo por Covid-19.
La mujer peruana de 33 años, identificada como Rosa Abigail, había ordenado la incineración de la anciana llamada Pilar, quien falleció por Covid -19 como indica el acta de defunción.
Rosa no avisó a las dos hijas de Pilar sobre este hecho y de inmediato se instaló en la vivienda cambiando la titularidad de los suministros y del seguro como beneficiara única, según informó El Mundo.
Rosa empezó a laborar en la casa de Pilar a inicios de febrero. Según cuenta Rosana, hija de Pilar, la empleada trabajaba dos horas diarias limpiando la vivienda de lunes a viernes, por lo que sospecha de que la muerte de su mamá ha sido planificada y acusa a la empleada de un posible acto de homicidio.
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«Creo que mi madre no murió de forma natural y vamos a hacer todo lo posible para que se aclare lo que ha pasado. Tenemos indicios de que la ha podido hacer algo», aseveró Rosana. “Ese día (sábado) no tenía que ir a la casa, pero apareció y dice que descubrió el cadáver de mi madre al entrar en la casa pero no avisa al 112, ni hace nada”, añadió.
Por su parte, la pareja de Rosana dijo que en un principio trató de negociar con la empleada ofreciéndole 6 mil euros.“Si tuviera dignidad se habría ido ya. La he ofrecido hasta 6.000 euros y le he ofrecido trabajo y un piso de alquiler y me contestó que si le daba 15.000 euros que igual se iba”, agregó.
Ante este suceso, la empresa Desokupa, encargada de expulsar a los okupas de las viviendas usurpadas, tomó el caso y logró con el desalojo de la peruana esta madrugada.
«Esta noche hemos vuelto a hacer justicia. Rosa, la famosa cuidadora de Leganés, ya está en la calle», anunció la empresa en su cuenta de Facebook.
En medio de estas acusaciones, la empleada, quien se le culpa de cometer los delitos de «homicidio, hurto, apropiación indebida, usurpación de domicilio y estafa», no ha querido ofrecer la versión de los hechos y solo atinó a decir que en el Perú las personas que cuidan a personas de edad se quedan con las viviendas cuando mueren, según muestra un vídeo difundido por El Mundo.