El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo «Habrá una transición tranquila… hacia un segundo gobierno de Trump».
Equipo de transición de Biden considera que es el momento de que la Administración de Servicios Generales (GSA) confirme a Joe Biden y Kamala Harris como presidente electo y vicepresidenta electa. Esto debido al bloqueo del gobierno de Donald Trump para el traspaso de poderes.
Sin la firma para iniciar la transición, el equipo del demócrata no puede acceder a los recursos para preparar su llegada en enero. Según los medios, el quipo de Joe Biden estudia medidas legales para facilitar la transición.
«Hay una serie de opciones sobre la mesa. La acción legal es ciertamente una posibilidad, pero también hay otras opciones que estamos considerando», dijo a la cadena de televisión ABC News un miembro del equipo de Biden.
Asimismo, cuando le preguntaron al secretario de Estado, Mike Pompeo, sobre la transición del actual gobierno, Pompeo afirmó. «Habrá una transición tranquila… hacia un segundo gobierno Trump».
La GSA, un organismo que depende del Gobierno y cuya certificación rutinaria del ganador de las elecciones permite al equipo del presidente electo acceder a recursos y a las agencias gubernamentales para preparar la transición. Se ha negado a hacerlo ante la insistencia de Donald Trump en no aceptar su derrota electoral.
La campaña de Trump ha entablado numerosas denuncias legales para realizar recuentos o anular votos. El aún presidente de Estados Unidos, continua tuiteando que esto ha sido un fraude electoral y se ha declarado ganador.
Además, a llegado a acusar a la farmacéutica Pfizer y a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), una agencia gubernamental, de haber retenido resultados de la vacuna de la farmacéutica para perjudicarlo en las elecciones.
Emily Murphy
También, los congresistas demócratas han reclamado a la administradora de la GSA, Emily Murphy, nombrada por el presidente Donald Trump en 2017, que deje de bloquear la transición. Por protocolo, la transición depende de una carta que Murphy tiene que firmar.
El representante demócrata Gerry Connolly, miembro del Comité de Supervisión de la Cámara Baja, aseguró a ABC News que Murphy. «dirige una agencia no partidista del poder ejecutivo que se supone que facilitará la transición a la administración entrante” y ella “la ha convertido en algo partidista».
Cabe recordar que esta no sería la primera vez que Murphy apoya los intereses de Trump. En 2018 se negó a firmar el traslado de los locales del FBI. Esto debido a que el mandatario temía que este se convirtiera en un hotel que compitiera con el suyo al estar en la misma calle. Lo mismo paso cuando pudo mantener el contrato de arrendamiento del establecimiento, que ocupa un local federal, ignorando la ley que prohíbe recibir fondos extranjeros sin autorización del Congreso.
Ahora, esta sería la tercera vez que la administradora de la GSA, Emily Murphy, vela por los intereses de Donald Trump. Donde se está retrasando la transición y poniendo obstáculos al equipo de Joe Biden.