Un testigo clave también ha prestado declaración
Richard W. T., un dominicano de 52 años, se ha presentado ante la Audiencia Provincial de Madrid acusado de un doble asesinato ocurrido en Fuenlabrada hace 22 años. En una sorprendente declaración, Richard ha señalado a Joaquín, el portero del pub donde se cometieron los crímenes, como el verdadero autor de los disparos que acabaron con la vida de dos hombres. Joaquín, quien era amigo de Richard y llevaba siempre un arma para desempeñar su trabajo, está en paradero desconocido desde 2007.
Richard W. T. ha reconocido que encubrió los asesinatos, detallando cómo manejaron los cuerpos y limpiaron la escena del crimen. «Pusimos los cuerpos uno encima del otro para trasladarlos a la habitación, limpiamos toda la sangre y las huellas, y mi amigo fue a por un coche para coordinar cómo sacábamos los cuerpos de allí», explicó Richard al jurado.
La Fiscalía solicita una condena de 40 años de cárcel para Richard, acusándolo de dos delitos de asesinato con alevosía, argumentando que las víctimas no tuvieron oportunidad de defenderse. Además, se exige una indemnización de 180.000 euros a la madre de una de las víctimas y 60.000 euros a cada uno de los diez hermanos de los hombres asesinados.
La primera acusación particular, representando a una de las familias de las víctimas, pide 30 años de prisión por homicidio, lamentando no poder solicitar una condena por asesinato debido a las condiciones de la extradición desde República Dominicana. El abogado de la segunda acusación se ha adherido a la petición de la Fiscalía, argumentando que el Código Penal contempla también el asesinato.
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En contraste, la defensa de Richard solicita que se le juzgue solo por encubrimiento y participación, delitos que ya ha admitido. Además, acusa al portero del pub de ser el verdadero autor de los crímenes. Richard ha afirmado que una de las víctimas le había amenazado previamente: «Me amenazó, me insultó y me dijo que me iba a mandar maquillado para mi país».
Un testigo clave también ha prestado declaración, describiendo cómo escuchó los disparos mientras consumía drogas en una habitación del pub. Según su relato, el portero le impidió salir de la habitación y luego fue amenazado por Richard para que no revelara nada de lo ocurrido: «Me dijo que no dijese nada, que yo no había escuchado nada. Si no, me haría algo a mí o a mi familia».
Las familias de las víctimas, tras 22 años de espera, expresaron a EFE su deseo de que finalmente se haga justicia. El fiscal, en su escrito de acusación, detalló cómo Richard regentaba el pub Anaisa en Fuenlabrada cuando, el 18 de septiembre de 2002, se produjeron los asesinatos de J. M. T. G. y M. Á. C. H., alias Jaro y Gorin. Tras una discusión, Richard supuestamente disparó a ambos hombres a corta distancia, provocándoles la muerte instantánea.
Los cuerpos fueron hallados 14 días después en Yeles, Toledo, y Richard permaneció fugado hasta su captura y extradición en 2022. Actualmente, está en prisión provisional desde el 21 de enero de ese año.
El juicio continúa, con un jurado que deberá determinar la veracidad de las declaraciones y resolver este caso que ha mantenido en vilo a las familias y a la comunidad durante más de dos décadas.