Envió emisario para concretar alianza y, en carta de su puño y letra, revela avances conseguidos
REYNA CÁRDENAS A.
El proyecto electoral antaurista para este año se centra en una región: Cusco. Allí tiene acción el Movimiento Etnocacerista Regional del Cusco, que cuenta con inscripción electoral y participará en los comicios de octubre próximo, como ya lo había adelantado a LA RAZÓN el propio Antauro Humala hace unas semanas.
Los principales objetivos que se han trazado Humala y sus seguidores figuran en una carta de su puño y letra redactada desde el penal Virgen de las Mercedes (ubicado en las instalaciones de la Escuela Militar de Chorrillos) con fecha 23 de abril del 2018, teniendo como antecedente la realización de un encuentro partidario en la ciudad de Lima.
Se sabía que Antauro Humala estaba en conversaciones con Gregorio Santos para un acercamiento con el Movimiento de Afirmación Social (MAS), que el exgobernador cajamarquino encabeza. Curiosamente, en la carta a sus militantes da a conocer que también estaría estrechando lazos con el otro MAS, el Movimiento Al Socialismo que lidera el presidente de Bolivia, Evo Morales.
“El compatriota Roger Chipana, a quien encomendé el establecimiento de relaciones oficiales entre el P.E.R.U. y el M.A.S. del compatriota Evo Morales, ha logrado ciertos avances que deberán explotarse y aprovecharse para la campaña electoral etnocacerista en Cusco. Coordine el CER con este compatriota”, se lee en el escrito, aunque sin precisar dichos avances.
En la carta se habla del VIII Congreso del Partido Etnocacerista Revolucionario Unido (P.E.R.U.), nombre de la agrupación política de alcance nacional que pretenden conformar con miras a las elecciones del 2021. Como señalamos en un informe anterior, el evento tuvo lugar los días 21 y 22 de ese mes, aunque no en San Juan de Lurigancho –como se planificó inicialmente– sino en el local de los fonavistas en el Centro de Lima.
En el documento, titulado “Carta a los compatriotas cusqueños militantes del Movimiento Etnocacerista Regional conformante del P.E.R.U.”, Humala Tasso empieza mencionando dos compromisos. El primero de ellos es la liberación de su persona, y el segundo la participación de los etnocaceristas en el proceso electoral regional en el Cusco, donde van bajo el símbolo de la hoja de coca.
De otro lado, la visita que Gregorio Santos hizo hace un tiempo a Antauro en el penal Virgen de la Merced de Chorrillos es parte de este trabajo estratégico. El exgobernador de Cajamarca –quien tiene aún algo de llegada a la población de esta ciudad de la sierra norteña– está convencido de las posibilidades electorales del hermano de Ollanta, y no le resulta nada descabellado dejar de lado sus aspiraciones personales por asegurarse una tajada de la torta que significaría un socio en Palacio.
Las cosas son así. Luego de instalarse con presencia en Cajamarca, la red del antaurismo se ampliará a las ciudades cercanas, entre las que no se descarta a importantes lugares como Piura y Tumbes. No será difícil –dicen nuestras fuentes– pues la desilusión por la clase política tradicional abarca a casi todo el territorio nacional.
Hace unas semanas, en Chimbote, un grupo de jóvenes parecieron en la principal plaza de esa ciudad exigiendo públicamente la liberación de Antauro Humala, lo que demuestra que la presencia del etnocacerismo en el norte es ya una realidad.