Colectivo contra el acoso rechaza esta versión y afirma que las víctimas sí se han identificado, pero han pedido reserva.
Luego de que La Razón hiciera pública la situación al interior de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde se empezó a hacer eco de denuncias de acoso y hostigamiento sexual contra -al menos- tres de sus docentes, finalmente dicha casa de estudios decidió pronunciarse al respecto, señalando inclusive que tendrían conocimiento de más casos.
El pasado 29 de agosto, a través de un comunicado, el Rectorado señala que ellos tienen una política contra el acoso, y que está siendo ejecutada “en solidaridad” con las víctimas de estos hechos. Sin embargo, dejaron en claro que ellos no pueden actuar de oficio si las víctimas no se identifican y presentan una denuncia de parte.
“El procedimiento de sanción por hostigamiento sexual debe comenzar con la presentación de una denuncia de quien fue la persona agraviada. Este es un requisito indispensable según el debido proceso constitucionalmente establecido y un derecho humano para el denunciado como agresor”, se señala en el pronunciamiento.
Luego aterrizan en los casos de estos tres profesores, aunque sin dar sus nombres. En cuando al primero, que sería Carlos Alza Barco, el Rectorado señala que, tras el escándalo –que incluye acoso y faltas de naturaleza laboral y económica-, han recibido denuncias adicionales que ya se encuentran en investigación. Además, que existen otras tres presuntas víctimas más que han pedido presentar sus casos, lo cual harán siguiendo un cronograma.
El segundo docente sería Martín Mejorada Chauca, del Departamento de Derecho. Sobre este caso se menciona que la Comisión Especial para la Intervención Frente al Hostigamiento Sexual –creada por dicha casa de estudios para investigar los casos- ha recibido información de cinco personas con pruebas referidas a acoso a través de las redes sociales y correo electrónico.
“Las personas que se consideran agraviadas han decidido que sus testimonios sean anónimos, por lo que no pueden ser calificados como denuncias, pues es jurídicamente indispensable que estas no sean anónimas. Por lo tanto, no hay a la fecha un procedimiento de sanción abierto contra ese profesor”, ha sido la versión del Rectorado frente a dichas denuncias.
La descripción del tercer docente correspondería a Jaris Mujica, ya que se menciona que la ONG Promsex lo despidió tras presuntamente investigar y corroborar que había violado a una mujer, y que además en las redes sociales hay videos en el campus de la PUCP donde se le califica de violador.
Pues bien, sobre este caso, el Rectorado aclara que dicho docente no tiene abierta ninguna investigación por acoso sexual o violación hasta este momento en la PUCP, y que hace unos dos meses el Departamento de Ciencias Sociales lo que recibió fue un mail sin remitente en donde se le acusa de una violación, pero que “no fue una denuncia formal”.
“Existen dos testimonios de acoso contra él, pero con exigencia de anonimato, lo que no puede calificarse como una denuncia que inicie un procedimiento de sanción”, es lo que señala el comunicado con respecto a este último caso, que sería uno de los más graves.
También mencionan que hay indagaciones preliminares sobre ciertas denuncias que se hicieron contra este mismo personaje por asuntos vinculados a su labor docente, pero que no han recibido aún formalización de acusación alguna.
Finalmente, la universidad señala que no admite ni el acoso ni el hostigamiento sexual en su comunidad universitaria y que “sanciona drásticamente a los agresores mediante debidos procesos, que respetan siempre la dignidad de cada persona involucrada”, algo que no habría caído bien en los colectivos contra el acoso al interior del campus, por considerarse que se está protegiendo más al (presunto) agresor que a las denunciantes.