La afición por el fútbol es indudablemente uno de los rasgos más arraigados de la cultura peruana. Una herencia que atravesó el océano hace dos siglos atrás y llega al país a bordo de los buques británicos, quienes arribaban al puerto de Callao por negocios y para luchar a favor de la independencia del Perú.
Historiadores relatan cómo durante los escasos ratos libres, se podían ver en los puertos y campos de la Lima de 1820, a los ingleses, escoceses y galeses disputar los primeros partidos de fútbol del Perú, con varios registros avalando que el primer partido de fútbol se jugó en una cancha de Mar Bravo.
Ya en tiempos de paz, se formaron las primeras asociaciones y clubes deportivos, como el Lima Cricket and Football Club y el Limas Regatas, clubes que congregaban a las elites peruanas que habían estudiado en Inglaterra, a los británicos que trabajaban en los primeros ferrocarriles de Suramérica o connacionales que llegaban de paso en los buques. Estos encuentros empezaron a popularizarse entre la población, especialmente con el cambio de siglo, cuando en 1899 la Municipalidad de Lima organizó un primer campeonato de fútbol como parte de las celebraciones de Fiestas Patrias.
Su éxito disparó la popularidad del fútbol e incentivó la creación de numerosos clubes como el FootBall Perú, Sport Convictorio Peruano, Independencia, 2 de Mayo, Bolognesi entre otros. De todos ellos solo Atlético Chalaco, Sport Alianza, y Universitario de Deportes han perdurado y consolidado como los más antiguos y tradicionales del país.
Se consolida el fenómeno nacional
La década de 1970 marcó el inicio de la época dorada del fútbol peruano y su despertar como pasión local. La selección nacional compuesta por los emblemáticos Teófilo Cubillas, Hugo Sotil, y Héctor Chumpitaz tuvo sus primeras participaciones en el Mundial de Fútbol, mientras que, al mismo tiempo, se fundó en el club Universitario de Deportes Trinchera Norte la primera barra brava del país.
Esta se caracterizó por su gran entusiasmo lealtad al equipo, convirtiéndose rápidamente en un fenómeno popular con otras barras bravas como Los de Abajo en Alianza Lima, y Barra del Oeste del Sporting Cristal uniéndose a la tradición de apoyar a los equipos de fútbol en los estadios.
Desde entonces el fútbol se ha coronado como el rey del deporte peruano, siendo la disciplina más popular y seguida por los hinchas y aficionados a las apuestas deportivas en Perú al igual que los comentaristas de deportes y atletas. A través de las diferentes plataformas, estos siguen las noticias y pronósticos, midiendo las cuotas de cada partido en los que compiten sus equipos y jugadores preferidos tanto la Liga 1, las ligas nacionales de Sudamérica y Europa, torneos como la Copa Libertadores, la Champions League, finalizando con la Copa del Mundo, la más codiciada por todos.
La gran emoción que sentimos los peruanos por el fútbol se ha convertido en uno de los elementos más distintivos de nuestra cultura. Una afición que se ha ido desarrollando a lo largo de los años, transmitiendo de generación en generación, despertando toda clase de simpatías dentro de sus mayores aficionados, dispuestos a todo para defender los colores y legado de sus clubes favoritos, dejando únicamente las rivalidades a un lado, cuando la bicolor se lanza a jugar.
