María Lumbre
La Asociación por los Derechos del Niño con Cáncer es una organización sin fines de lucro que se fundó un 11 de septiembre del año 2015.
Esto nació a raíz de una experiencia personal muy dolorosa. En el año 2011 mi sobrino Fernando, “Nando” como lo llamábamos en mi familia, fue diagnosticado de cáncer a la sangre. El primer caso de cáncer en mi familia se encarnaba en un niño de apenas 7 años. A su corta edad, dio una batalla feroz al cáncer y durante 3 años se enfrentó a la enfermedad como el más valiente de los soldados. Finalmente perdió la batalla y partió al cielo con apenas diez años.
Estos tres años de lucha en los que lo acompañé, me hizo ver la vida de otra manera, con ojos más bondadosos y más compasivos, porque viví desde muy cerca todo el dolor por el que atraviesa un niño tan pequeño enfrentándose a una batalla tan inmensa y tan dura.
Desde su fundación, la asociación ha trabajado en campañas de sensibilización y donación de plaquetas y sangre, programas de asistencia social como la donación de víveres y la asistencia y acompañamiento psicológico. Por otro lado, brindamos talleres de inglés y cuentacuentos.
En el año 2020 trabajamos arduamente para impulsar la reglamentación de la Ley N° 31041, denominada “Ley de Urgencia Médica para la Detección Oportuna y Atención Integral del Cáncer del Niño y Adolescente”, en beneficio de los niños y adolescentes con cáncer. Esta ley se encarga de velar por la atención oportuna y el diagnóstico temprano de servicios de atención y prevención para el tratamiento del cáncer en menores de 18 años de edad con el propósito de lograr un mejor sistema integral de salud oncológico para ellos.
El cáncer es una enfermedad muy costosa, a la que se enfrentan muchas familias de escasos recursos, quienes además de ingeniárselas para afrontar los gastos propios de la enfermedad, deben además pagar el traslado, el hospedaje y la alimentación estando fuera de sus lugares de origen. Hemos visto la cruda realidad de muchas familias que duermen a las afueras de un hospital, porque no tiene para pagar un hospedaje. Por eso, como presidenta de la Asociación, mi sueño es lograr la construcción de un albergue para acoger a los niños con cáncer y sus familias, ya que muchos migran de provincia para hacer sus tratamientos en Lima.
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