Es registrada como la peor tragedia por un fenómeno climático extremo en Rio Grande do Sul, anunciaron las autoridades
La cifra de personas fallecidas por el paso de un ciclón extratropical que arrasa desde el lunes por la región de Brasil, incrementó a 22 años en los Estados de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, confirmaron el martes fuentes oficiales.
Rio Grande do Soul, que establece la frontera con Argentina y Uruguay, es la región más dañada por el ciclón. El balance preliminar por ahora es de 21 fallecidos y alrededor de 4,000 evacuados, de acuerdo a la información del gobernador regional Eduardo Leite, en conferencia de prensa.
Esta es registrada como la peor tragedia por un fenómeno climático extremo en Rio Grande do Sul, un lugar donde era poco frecuente este tipo de ciclones extratropicales.
La siguiente víctima mortal se es un vecino estado de Santa Catarina, en la cual un hombre perdió la vida después de que un árbol cayera sobre su vehículo en el que viajaba.
En promedio, 60 municipios de Rio Grande do Sul sufrieron daños como consecuencia de las fuertes tormentas de viento y el gran volumen de precipitaciones, que aisló a comunidades competas como efecto de las inundaciones y crecidas de los ríos.
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Reportes de Defensa Civil
De acuerdo a Defensa Civil, 15 de los 21 muertos registrados en Rio Grande do Sul sucedieron en Mucum, donde las lluvias sumergieron bajo el agua a gran parte del municipio y muchos vecinos se vieron obligados a tener que refugiarse en el tejado de sus hogares.
Leite indicó que la cifra de fallecidos aumentaría en las siguientes horas, a causa de que solo hoy el nivel de agua comenzó a decrecer. Esto posibilita la inspección de los servicios de rescate en las zonas más damnificadas.
“Cuando el agua baje, veremos los daños”, en su magnitud, anunció el gobernador, quien también expresó su preocupación por las precauciones meteorológicas, las cuales anticipan más precipitaciones para el próximo fin de semana.
Además, sostuvo que la prioridad es “rescatar” a las familias que se quedaron incomunicadas, donde se involucran cientos de efectivos de Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos, las Fuerzas Armadas y grupos de voluntarios.
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