Rodríguez Mackay sostiene que un gobierno radical sería la oscuridad para la democracia.
Por Roberto Sánchez R.
El abogado constitucionalista Miguel Ángel Rodríguez Mackay manifestó que el presidente electo, Pedro Castillo, tiene la oportunidad histórica –en su discurso por 28 de julio– de darle al país la tranquilidad social que requiere luego de una etapa de crisis, o de generar un escenario de “bomba de tiempo” con anuncios totalitarios.
¿Considera usted que con el triunfo de Pedro Castillo en la segunda vuelta el Perú está realmente en las garras de comunismo?
La decisión del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de proclamar a Pedro Castillo como presidente de la República electo suma todo un proceso que, en los niveles de cordura de social nacional, tendremos que aceptarla a pesar que se trate de una decisión plagada de ilegalidad y poca legitimidad. Creo que tenemos que ir hacia adelante, donde del presidente electo deberá, este 28 de julio, consumar un proceso para darle dos cosas al país: o la tranquilidad social o un escenario de “bomba de tiempo” con más anuncios totalitarios.
¿Cómo debe conducirse el nuevo jefe de Estado camino al 28 de julio, que es ahí donde las papas quemarán de verdad?
El proclamado presidente tiene que ser absolutamente racional y cuerdo en percibir lo que corresponde a la Patria. Los peruanos no nos merecemos procesos para experimentos. Necesitamos que haya un correlato con toda nuestra historia reciente. Ese es el derrotero que tiene el señor Pedro Castillo, que ha sido reconocido por Estados Unidos, la OEA, y que tiene que honrar confianzas depositadas en su persona.
¿Cree que un gobierno radical y dictatorial no tendría viabilidad en estos momentos porque perdería estabilidad y, sobre todo, perdería legitimidad?
Un posible escenario de un gobierno radical o dictatorial sería la oscuridad para la democracia peruana, porque entraríamos a una crisis política absurda, donde en vez de armonizar leyes con el Parlamento se caería en enfrentamientos estériles que harían mucho daño al país. Los totalitarismos no son propios del siglo XXI, sino del pasado. Los extremismos nos van a sacar del libreto de la independencia, en las horas actuales. Me parece que Pedro Castillo va a tener que evaluar la mejor performance para el país.
¿La Mesa Directiva del Congreso debería estar presidida por gente experimentada como el congresista electo Jorge Montoya, por ejemplo?
Es necesario que el Congreso que empieza busque el equilibrio del sistema político peruano. Un Congreso presidido por un almirante heredero de Grau como Jorge Montoya –a quien conozco personalmente porque viajamos en la misión por el tema de La Haya, conozco de su ponderación, de su sentido patriótico– le daría al Congreso un nivel de principio y ponderación. Es el hombre adecuado para presidir el Parlamento en esta hora difícil y compleja.
¿Esta proclamación se enturbia con la amenaza contra la libertad de prensa que han impuesto Castillo y su abogado?
Yo espero que el presidente electo, proclamado en la víspera por el JNE, apague estas construcciones contra la libertad de prensa. Espero que en su discurso de 28 de julio consagre el principio de la libertad de prensa y la libertad de opinión, que son las partes primigenias de una verdadera democracia. Hago un llamado para que en su discurso consagre la imperiosa necesidad de un derecho a la libertad de prensa. Perseguir a periodistas por su modo de pensar es un despropósito. Mi solidaridad con los periodistas de Willax.
¿Qué opina de que se imponga en agenda política la instalación de una asamblea constituyente para cambiar la Constitución Política?
La asamblea constituyente es un despropósito completo que no tiene pies ni cabeza, el Perú tiene su Constitución y debemos mantener la que tenemos y no perdamos el tiempo, que ya hemos perdido mucho. Sigamos creciendo con la Constitución que tenemos actualmente y sigamos avanzando, porque nuestra Constitución consagra nuestra economía social de mercado, que ha dado resultados en la economía. No seamos indiferentes con un proceso de mejora económica para nuestro país.
¿Cuál sería su opinión para muchos demócratas que no esperaban esta realidad, con un gobierno de izquierda que asume el mando?
Pienso que debemos dejar los perjuicios de que somos de izquierda o de derecha y asumamos nuestro rol como país y como Estado. Esperemos que el presidente electo haga un llamado a un país de rodas las sangres, que sea verdaderamente de “todas las sangres” y no de un solo color. La democracia es la manifestación de la voluntad popular y exige que el señor Castillo gobierne no solo para los comunistas que dicen serlo, sino que gobierne para todos los peruanos.