Los individuos se bajaron de otro vehículo y atacaron, logrando robar su camioneta, un arma y el uniforme del policía en el proceso
El pasado lunes 10 de junio, un oficial de policía y su familia sufrieron el robo de su camioneta en la intersección de la avenida Guzmán y Barrón, en el distrito de Cercado de Lima. Sin embargo, unas horas después, los criminales se pusieron en contacto con las víctimas para demandarles una cantidad de dinero a cambio de la devolución de su vehículo y los objetos robados.
Una familia experimentó momentos de angustia alrededor de las 8:00 p.m. cuando el padre detuvo brevemente su vehículo para hacer unas compras en una tienda de conveniencia. Mientras su esposa e hija aguardaban en la camioneta, fueron sorprendidas por la aparición repentina de dos individuos que descendieron de otro vehículo.
Estos individuos detuvieron su vehículo en el centro de la carretera con el fin de demandar que el conductor y su familia salieran del automóvil. Simultáneamente, uno de ellos advirtió a los transeúntes que se encontraban cerca para que no tomaran ninguna acción.
Así, los criminales los forzaron a tumbarse en el suelo y exigieron al padre la llave de la camioneta. De esta manera, se llevaron el vehículo, el uniforme policial, la identificación y el arma, lo que hace que la familia tema que se utilicen para cometer más delitos.
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Después de que los criminales escaparon, se implementó el plan de cerco, pero no lograron capturarlos. Sin embargo, apenas unas horas después del incidente, se pusieron en contacto con el afectado para demandar un rescate económico a cambio de devolverle su camioneta.
Este incidente causó gran preocupación a la familia, pero aseguran que están ilesos. Además, su hija no sufrió ningún daño. Existe la posibilidad de que esta banda los haya estado siguiendo y observando en los días previos.
La madre relató: «Los criminales estaban allí, armados, exigiéndome el teléfono móvil. En ese instante, estaba tan nerviosa que no recordaba dónde lo tenía. Tuve que abrazar a mi hija en el suelo y le suplicaba que no les hicieran daño«.