Se presentaban consorciadas supuestamente con diferentes socios, pero son manejadas en realidad por las mismas personas
Como lo advirtió hace unos meses el diario La Razón, compañías estatales chinas de construcción que operan en el Perú participarían concertadamente en los procesos de licitación para obtener una mayor ventaja frente a sus competidores.
La manera en que intervienen es muy similar a como actuaban las empresas que formaban parte del “Club de la Construcción“: Las constructoras se presentaban consorciadas supuestamente con diferentes socios, pero se trataba de las compañías de los hermanos Aguilar Quispe, para aparentar competencia ante Provías Nacional.
Los Aguilar Quispe se asociaron al menos con cinco firmas chinas, entre ellas China Railway Engineering n.° 10, del prófugo Chen Junkun.
Así lo demostró un informe del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi).
Luego de revisar los documentos de los procesos de licitación en los que presuntamente se favoreció a las constructoras chinas, según lo declarado por la aspirante a colaboradora eficaz Karelim López, se detectó que, en efecto, varias de estas empresas estatales de la República Popular China intervinieron en simultáneo. Todas las compañías dependen del Estado chino.
Esto sucedió en el caso de Provías Nacional, la entidad que, de acuerdo con el testimonio de Karelim López, está bajo el control de allegados del presidente Pedro Castillo. Las constructoras chinas, para aparentar que no eran las mismas, se consorciaban con las empresas de los hermanos Aguilar Quispe, Ingeniería Integración de Proyectos (INIP) y Grupo Constructor & Consultor Asociados (GC&CA). Por ejemplo:
Por la construcción de la carretera Humajalso-Mazocruz, compitieron China Civil Engineering Construction y China Railway n.° 10 Engineering, ambas socias de las empresas de los hermanos Aguilar Quispe, I NIP GC&CA). Ganó la primera el contrato por 116.5 millones de soles.