El informe de CHRD también destaca el caso de He Fangmei
El papel de Wang Xiaohong, ministro de Seguridad Pública y consejero de Estado en China, ha sido objeto de atención y preocupación debido a su influencia en las políticas de seguridad y represión del país. Su reciente visita a Hungría para fortalecer los lazos de seguridad con este país europeo ha suscitado preguntas sobre la agenda y las implicaciones de sus acciones en el escenario internacional.
Conocido por su versatilidad y autoridad, Wang desempeña múltiples roles dentro del sistema de seguridad chino. Desde viajar como diplomático para firmar acuerdos de seguridad hasta dirigir la «policía de internet» para censurar contenidos en línea, su alcance abarca diversos aspectos de la seguridad nacional y la represión interna.
Como hombre de confianza del presidente Xi Jinping, Wang ostenta un poder considerable en el Ministerio de Seguridad Pública, siendo responsable de decisiones cruciales, como la detención y la liberación de personas bajo la controvertida «vigilancia residencial en un lugar designado». Este sistema, introducido en 2012, ha sido objeto de críticas por parte de grupos de derechos humanos debido a su carácter extrajudicial y las numerosas desapariciones forzosas que ha facilitado.
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El informe publicado por la Red de Defensores de los Derechos Humanos de China (CHRD) destaca varios casos de activistas y disidentes que han desaparecido bajo este sistema de detención arbitraria. Uno de los casos más conocidos es el de Simon Cheng, quien fue detenido durante 15 días y sometido a maltratos físicos y psicológicos, incluyendo la privación de sueño y el uso de la fuerza para mantenerlo despierto.
Otro caso emblemático es el del abogado de derechos humanos Wang Quanzhang, quien estuvo desaparecido durante casi tres años antes de que se conociera su paradero y situación legal. Estos casos son solo ejemplos de la sistemática intimidación y represión que lleva a cabo el Ministerio de Seguridad Pública bajo la dirección de Wang Xiaohong.
El informe de CHRD también destaca el caso de He Fangmei, una mujer que desapareció después de denunciar la calidad defectuosa de ciertas vacunas durante la pandemia. Su arresto posterior y el internamiento forzado de su familia en un centro psiquiátrico son indicativos de las tácticas de represión utilizadas por el Ministerio de Seguridad Pública para silenciar a los críticos y disidentes.
En resumen, la influencia de Wang Xiaohong en el aparato de seguridad de China plantea serias preocupaciones en términos de derechos humanos y libertades civiles, tanto dentro del país como en el ámbito internacional. Su papel como jefe del agujero negro de las desapariciones forzosas pone de relieve la urgente necesidad de abordar las violaciones de derechos humanos en China y de responsabilizar a aquellos que perpetúan tales abusos.
