Por: Alter B. Himelfarb W. / Somos incrédulos. Creemos en nosotros mismos. No creemos en los Mandamientos Divinos.
Los que “se dejan” sobornar y se meten millones de dólares en sus bolsillos o un poco menos, piensan que como no los han visto, o como que nadie los ha visto, “no le hacen mal a nadie”, -Ellos piensan que Dios no los ha visto-, y que es tan solo un beneficio marginal, una “prima extra” a su desprendimiemto como “abnegado servidor público”.
Lo hemos comentado a lo largo de estos Artículos, ¿Creemos en Dios? No, no creemos.
En Levítico Cap. XIX, encontramos unos mandamientos, nada difíciles de entender
v.13: El salario del jornalero no ha de quedar en tu poder hasta la mañana.
v.14: No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego. (Al que no entiende o es ignorante, no hay que ponerle trampas).
v.15: No hagáis injusticia en el Juicio. No favorecerás al pobre ni al poderoso cuando no tengan razón. Con justicia juzgarás atu prójimo.
v.17: Ama a tu prójimo como a ti mismo.
¿Creemos en Dios? No, no creemos en Dios.
v.26: No comáis nada con sangre. No practiquéis adivinación, ni pronostiques mal o bien.
v.28: Rasgos de tatuajes, no pondréis en vosotros.
v.31: No volváis a los nigromantes ni adivinos.
v.35-36:No hagáis injusticia en medidas de longitud o de peso o de líquido. Balanzas justas y pesas justas, tendréis
¿Creemos en Dios? No, no creemos en Dios.
En Deuteronomio, Cap.XXIII, v.20, encontramos: No cobrarás a tu hermano, usura de plata, ni usura de comestibles, ni usura de ninguna otra cosa de que se suele pagar usura. (Esto es, no especular).
¿Creemos en Dios? No, no creemos en Dios.
En un libro llamado “JOK”, del hebreo, “Ley”, Editado por “Mesilot Hatoráh” y la Comunidad Hebrea Sefaradí de Bogotá, pág. 427, encontramos un pensamiento profundo, proveniente del Zohar, que nos ilustra sobre esto de la creencia y la no creencia.
Dice el Zohar, que el cuerpo humano está formado por huesos, músculos, tejidos, órganos, etc., pero aún así, es una unidad. Una parte que esté funcionando mal, afecta a esa unidad.
Igual con la NATURALEZA. La naturaleza es una unidad, compuesta por el hombre, los animales, bosques, riquezas minerales. (Lo que estudiábamos como reinos animal, vegetal y mineral). Dice el Zohar, que la Naturaleza es obra de Dios. Si Creemos -verdaderamente- en Dios, no debemos dañar su obra.
Así que cualquier daño hecho a su obra, es un indicio de que no creemos en Él. Es un atentado contra su obra. Si dañamos la selva Amazónica, creámoslo o no, por ejemplo, Australia -más temprano que tarde-, se va a ver afectada.
Si explotamos sin misericordia al ser humano, que es obra de Dios, ello repercute, aunque nos parezca que no hay ninguna relación, en el resto de la naturaleza. Un ciudadano, que dentro de lo que nosotros llamamos “Democracia”, es una persona sin cultura, sin educación, que vive en favelas o en invasiones, es una persona que no tiene cuidado, que voluntaria o involuntariamente depreda la naturaleza. El y todos los millones y millones que están en sus mismas condiciones, son coautores en mayor o menor volumen, del Calentamiento Global, además de los mayores promotores en el área industrial.
¿Creemos en Dios? No, no creemos en Dios.
Precisamente, el egocentrismo está destruyendo el mundo: “Solo yo. Lo demás me importa un bledo”. Y el mundo, Dios o como lo quieran llamar, está tomando revancha.
Amamos al prójimo? No, porque no creemos en Dios.
(*) Miembro A.I.E.L.C.