Un total de 6,64 millones de personas se apuntaron en todo el país a la lista de desempleados la semana pasada uniéndose a los 3,28 millones de trabajadores de la semana anterior.
La expansión del coronavirus en Estados Unidos ha dejado a casi 10 millones de ciudadanos sin empleo en las últimas dos semanas. El número de contagios sigue aumentando a pasos agigantados, como en Florida donde hoy han superado los 8.000. En Nueva York, el epicentro mundial de la pandemia y donde el número de casos se acerca inexorablemente a los 100.000.
Un total de 6,64 millones de personas se apuntaron en todo el país a la lista de desempleados la semana pasada. Unas cifras «catastróficas», que ya adelantaban varios analistas ante las medidas de aislamiento que se están tomando cada vez en más estados del país. Ello para intentar contener la COVID-19, que ha afectado ya a 216.000 personas en todo Estados Unidos.
Algunos expertos han adelantado que el paro, que antes de la crisis se situaba en el 3,5 %, la mejor cifra en cincuenta años, podría llegar al 20 %. El número de trabajos destruidos en estos 14 días equivalen al número de empleos que se perdieron en los primeros seis meses de la crisis de 2008, cuando el índice de desempleo llegó al 10 %.
El sector hotelero y de restauración son los más afectados, seguidos por otros servicios como los del cuidado de la salud, el manufacturero, el comercio minorista y la construcción. Y es que no hay nada más que darse un paseo por ciudades como Nueva York, donde se ha impuesto el cierre de todo negocio que no se considere esencial, para darse cuenta del parón que ha sufrido la actividad económica y comercial.