Ya son cuatro los sucesores del dictador Augusto Pinochet contando a Ricardo Martínez.
El general en aislamiento del Batallón chileno Ricardo Martínez, que lideró la organización castrense hasta los primeros días de marzo, ha quedado bajo arresto después de ser procesado por fraude al Erario por el supuesto mal uso de dinero designado a viajes institucionales. Con ello, 4 de los 6 sucesores de Augusto Pinochet en la comandancia en líder del Batallón permanecen inculpados por cualquier delito en la causa que investiga la Justicia.
La elección de dejar a Martínez en prisión ha sido de la jueza Romy Rutherford, que investiga la trama de fraude en esta rama de las Fuerzas Armadas. Anoche, tras la notificación del procesamiento, Martínez ha sido trasladado hasta el Ejército de Policía Militar en Peñalolén.
Martínez ocupaba el mismo cargo que tuvo Pinochet entre 1973 y 1998. 4 de sus 6 sucesores fueron inculpados por la misma causa que investiga Rutherford: Óscar Izurieta (2006-2010), Juan Miguel Fuente-Alba (2010-2014) y Humberto Oviedo (2014-2018) y, ahora, al propio Martínez. El general Izurieta, por cierto, estuvo detenido bastante más de un mes, entre el 10 de febrero y el 17 de marzo, por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, por unos 8 millones de dólares, y falsedad de archivo militar. Le ha sido otorgada la independencia bajo fianza.
Martínez ha sido procesado por 8 hechos que conforman fraude al Erario por viajes en 2011, 2012 y 2016, uno de los cuales hizo con su mujer. La jueza ha definido que ha sido el destinatario de reembolsos de los viajes por un costo de unos 56.000 dólares. Es la misma cifra por la que Rutherford concluyó el embargo de ciertos de sus bienes.
Una vez que en marzo abandonó anticipadamente el cargo, a días de dar el mando a su sustituto, Javier Iturriaga, Martínez lo hizo empujado por el miedo a que por primera ocasión un jefe de la organización en ejercicio fuera procesado por la Justicia. A partir de entonces, su protección intentó por diversos senderos que fuera interrogado en su vivienda y frente a la existencia de un jurista, lo cual la Corte Suprema desechó. Hasta ahora, Martínez se ha amparado en su derecho a guardar silencio.
“Reitero mi inocencia y hago presente que jamás he estado ni estaré por sobre la ley, empero tampoco me corresponde que se encuentre por abajo de la ley”, afirmó al instante de su renuncia el militar que ha incluido por 46 años la fuerza armada y que ha sido designado como comandante en líder en el régimen de la presidenta Michelle Bachelet (2014-2018).