País asiático tiene un precario sistema de salud
Corea del Norte nuevamente cayó en cuarentena. Las autoridades del país anunciaron un reciente brote de la variante ómicron del coronavirus, que ya ha cobrado la vida de al menos seis personas.
En ese contexto, la nación liderada por Kim Jong-Un se empieza a sumergir en una dura crisis sanitaria que ya se veía venir desde el inicio de la pandemia.
Y es que, según diversos expertos, señalan que la COVID-19 ya estaba presente en el país asiático mucho antes del pasado jueves 12 de mayo, fecha en la que se ‘oficializó’ el alza de casos. Sin embargo, lejos de prepararse ante un posible brote, se decidió controlar la situación solo con un cierre total de fronteras desde hace dos años.
Ahora, ante el rápido aumento de contagios, el gobierno norcoreano se enfrentaría a un notable problema de salud pública que no ha querido reconocer públicamente.
Como se recuerda, Corea del Norte decidió rechazar todo tipo de programas de vacunación. Asimismo, el cierre de fronteras ha ocasionado una escasez de productos alimenticios y una grave crisis económica.
Sistema de salud entre los peores
Actualmente, el sistema de salud de Corea del Norte, se encuentra en la ubicación 193 de un listado de 195, según la encuesta de la Universidad Johns Hopkins. A lo complicado de acceder a los servicios de salud se le suma la escasez de equipos médicos, la capacidad limitada para tomar pruebas COVID y la falta salas de cuidados intensivos en las zonas rurales del país
¿Por qué el Gobierno dio a conocer los casos?
Según Jean Mackenzie, corresponsal de la BBC en Seúl, la razón por la que el Gobierno de Kim Jong-Un decidió revelar el aumento de casos se debe a que el brote es demasiado grande y difícil de ocultar.