Cuidado con el virus del papiloma humano (VPH)

No existe un examen que detecte los tipos de VPH de alto riesgo que causan infecciones en la vulva, el pene, el ano o la garganta. Si se convierten en cáncer,  sí es posible que aparezcan algunos síntomas.

El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo; de hecho, el 80% de la población podría padecerla a lo largo de su vida y está relacionada con el 5% del total de los cánceres en humanos, una cifra que sube hasta el 10% en las mujeres.

Así lo han puesto de manifiesto varios expertos durante la presentación de la campaña “El VPH es cosa de todos”, con motivo de la conmemoración el pasado 4 de marzo del primer Día Internacional de la Lucha contra el virus del papiloma humano, que persigue informar y sensibilizar a la población de la infección.

La especialista en ginecología y obstetricia de la Unidad de Ginecología Oncológica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Mar Ramírez, ha explicado que la infección es tan importante porque ocho de cada diez personas van tener contacto con el virus a lo largo de su vida.

En la mayoría de los casos desaparece de forma espontánea sin dejar secuelas, pero en un 15% la infección continúa y dará lugar, a lo largo de los años, a la aparición de cáncer y distintas lesiones.

Tumores de cuello de útero

De esta forma, la infección por VPH es la responsable del 5% de los cánceres y el 10% en el caso de las mujeres, y, en concreto, está relacionada en un 100% con los tumores de cuello de útero, en un 90 % de los de ano, en el 70 % de los de vagina, de entre un 5 y el 70 % de los de orofaringe, de un 40 % de los de pene y de otro 40 % de los de vulva. Y está detrás del 100% de las verrugas anogenitales.

Esta «epidemia mundial», como lo ha calificado el coordinador de estudios e investigación clínica de la Unidad de Investigación del Grupo IHP de Pediatría de Sevilla, Ignacio Salamanca, tiene como principal vía de transmisión la relación sexual. «La promiscuidad es el principal factor de riesgo», ha asegurado la doctora Ramírez, quien ha añadido que cuantas más parejas se tengan y antes se inicie en el sexo, más probabilidades habrá de padecer la infección.

No obstante, también se puede contagiar una persona que tenga durante años la misma pareja y haya tenido su primera relación sexual tarde. Se puede prevenir con el preservativo, aunque este medio «no protege al 100%», y es que una persona se puede infectar en cualquier tipo de contacto sexual.

El VPH no presenta síntomas.

Lamentablemente, la mayoría de las personas que tienen un tipo de VPH de alto riesgo no muestran signos de la infección hasta que ya ha causado graves problemas de salud. Es por eso que los chequeos regulares son tan importantes. En muchos casos, el cáncer de cuello uterino se puede prevenir al detectar cambios anormales en las células que, de no tratarse, pueden convertirse en cáncer.

La prueba de Papanicolaou, conocida comúnmente como citología vaginal, sirve para detectar estas células anormales en el cuello uterino. La citología vaginal puede detectar células anormales en tu cuello uterino. Esta no es una prueba que detecta cáncer o el VPH de forma directa, pero puede descubrir cambios anormales en las células que seguramente son causados por el VPH. Las áreas afectadas pueden ser monitoreadas por una enfermera o médico y tratadas antes de que se vuelvan algo más grave.

Finalmente, para prevenir el contagio del virus es recomendable practicar la monogamia (solo una pareja), vacunarse contra el Virus del Papiloma Humano, usar preservativo y acudir a despistaje de enfermedades producidas por este virus (cáncer de cuello uterino, verrugas genitales, etc.).


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