En el Perú se estima que más de 340 mil 000 armas de fuego carecen de registro oficial, un hecho que pone de manifiesto los crecientes desafíos en materia de seguridad para frenar la circulación ilegal de armamento en el país.
La cifra fue proporcionada por Víctor Manuel Quinteros, antiguo gerente de política de la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (SUCAMEC), reafirmando el incremento significativo respecto a estimaciones previas.
La cifra es casi superior en cerca de 100 mil en relación al 2017 en que existían aproximadamente 267,000 armas sin registro en el territorio peruano, una cifra que, según indica Quinteros, ha experimentado un aumento considerable hacia el año 2024.
En esta alarmante cifra, según la SUCAMEC, se encuentra una alarmante presencia de fusiles AR-15, armas de largo alcance y elevada potencia de fuego que son las preferidas de los sicarios al servicio de sectores de minería ilegal y grupos del crimen organizado de Perú y Ecuador.
Respecto a estas mortíferas armas, fuentes policiales han expresado su preocupación por qué desde 2021, la importación de fusiles AR-15 viene experimentando un aumento exponencial, contabilizando casi 2,000 unidades.
También, se determinado de compras por parte de grupos que van desde 32 unidades en adelante, bajo el pretexto de uso individual para deportes o caza y que dejan serias dudas sobre el destino final de estas armas y su impacto en la seguridad pública.
Compras polémicas
Solo en el 2021 se ha producido compras por parte de particulares, de hasta 2,000 fusiles de largo alcance.