El expresidente peruano, ya recluido por 18 meses tras su extradición de EE.UU., solicita ser trasladado a una clínica para tratar problemas de salud graves, mientras enfrenta nuevas acusaciones de corrupción.
El Poder Judicial de Perú ordenó este jueves 30 meses más de prisión preventiva para el expresidente Alejandro Toledo, quien gobernó el país entre 2001 y 2006. Toledo está siendo investigado por los presuntos delitos de colusión y lavado de activos, vinculados a los sobornos que habría recibido de la constructora Odebrecht para asegurar la adjudicación del tramo 4 de la Carretera Interoceánica Sur, una importante obra que conecta Perú con Brasil.
Esta nueva orden se suma a los 18 meses de prisión preventiva que Toledo ya cumple desde su extradición desde Estados Unidos, relacionados con otros tramos de la misma carretera. Durante la audiencia, el exmandatario interrumpió al juez Víctor Zúñiga para solicitar su traslado a una clínica, argumentando que su salud está seriamente deteriorada. “Dentro de unos días cumplo 80 años… el Tribunal Constitucional ya ha revisado mi estado de salud y ordenó mi traslado para recibir tratamiento por cáncer y problemas cardíacos”, afirmó Toledo con voz quebrada.
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El juez Zúñiga, sin embargo, le indicó que cualquier solicitud debe ser presentada formalmente a través de su abogado y con los recursos legales correspondientes. Esta no es la primera vez que Toledo solicita atención médica; ya en audiencias previas había expresado su necesidad urgente de ser trasladado a un hospital debido a su frágil estado de salud, una petición que ha sido reiteradamente denegada.
En marzo, el juez Richard Concepción Carhuancho se negó a dictar prisión preventiva por este caso, señalando que Toledo no había sido extraditado por el tramo 4, sino por irregularidades en los tramos 2 y 3 de la misma obra. Sin embargo, la Segunda Sala Penal de Apelaciones Nacional revocó esta decisión, allanando el camino para la medida cautelar.
El caso de Alejandro Toledo es uno de los muchos en los que se han visto involucrados exmandatarios peruanos, acusados de corrupción en relación con Odebrecht. La Fiscalía peruana también ha solicitado una ampliación de la extradición de Toledo para incluir estos nuevos cargos. Mientras tanto, el expresidente permanece recluido en el penal de Barbadillo, junto al también expresidente Pedro Castillo, a la espera de enfrentar su tercer juicio oral.
En medio de este proceso, la defensa de Toledo sostiene que su estado de salud es delicado, alegando que está “postrado en cama”, aunque el Instituto Nacional Penitenciario ha asegurado que su condición es estable y no requiere hospitalización inmediata.