La presidenta cuestiona los resultados que reflejan una aprobación del 3% al cierre del año, una cifra histórica en la política peruana.
La presidenta Dina Boluarte respondió a las recientes encuestas que muestran una aprobación de apenas el 3% hacia su gestión, marcando un mínimo histórico en la percepción ciudadana hacia un mandatario peruano. Durante un discurso en los distritos de Chalhuanca y Caraybamba, en la provincia de Aymaraes, Apurímac, la mandataria aprovechó la ocasión para dirigirse a sus detractores y a quienes cuestionan su liderazgo.
“En Lima dicen 3% de aprobación de la presidenta. ¿Qué respondemos nosotros? ¡Aquí estoy! Solo sonrío y digo: ‘Señor, perdónalos porque no saben lo que dicen ni lo que encuestan’”, manifestó Boluarte ante una audiencia local. Sus palabras fueron recibidas con aplausos de los asistentes, mayoritariamente pobladores de la región.
La mandataria también destacó su visión de resiliencia frente a las adversidades. “Nunca hemos bajado la cabeza. Tenemos la dignidad de ser personas decentes y honestas. Esa es nuestra fortaleza”, añadió.
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Estas declaraciones surgen en un contexto en el que la encuesta del diario El Comercio posiciona a Boluarte con uno de los índices de aprobación más bajos registrados por un presidente peruano en las últimas décadas. Este panorama refleja un escenario crítico en el que los cuestionamientos a su gobierno y las protestas sociales han mermado significativamente su respaldo popular.
A pesar de las cifras adversas, Boluarte mostró confianza en su labor al frente del Ejecutivo, apelando a valores como la honestidad y la decencia como pilares de su gestión. Sin embargo, analistas políticos han advertido que el bajo respaldo podría dificultar la gobernabilidad y agravar la ya compleja relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El discurso de la presidenta también estuvo acompañado de anuncios relacionados con proyectos locales en Apurímac, una región clave para su mensaje, pues es su tierra natal y uno de los lugares donde busca consolidar apoyo frente a la crisis de legitimidad que atraviesa.
Mientras tanto, las cifras de aprobación y la respuesta de la mandataria continúan generando debate en la opinión pública, evidenciando el polarizado escenario político del país.