El nombramiento de jueces extranjeros en el máximo tribunal de Hong Kong
Dos jueces británicos han renunciado a sus cargos en el Tribunal Supremo de Hong Kong, una decisión que ha suscitado serias dudas sobre la capacidad de los tribunales para mantener su independencia y asegurar los derechos y libertades de los ciudadanos en un entorno político cada vez más restrictivo. Jonathan Sumption y Lawrence Collins, ambos antiguos jueces del Tribunal Supremo del Reino Unido, presentaron su dimisión al líder del territorio, John Lee, según informó el gobierno de la ciudad en un comunicado emitido la noche del jueves.
Lawrence Collins, que se desempeñaba como juez no permanente en el máximo tribunal de Hong Kong desde 2011, adujo razones políticas para su renuncia. Sin embargo, afirmó que «sigue confiando plenamente en el tribunal y en la total independencia de sus miembros», según el diario hongkonés South China Morning Post. Por su parte, el miembro del Consejo Ejecutivo Ronny Tong, abogado de profesión, lamentó la renuncia y expresó que «es muy desafortunado que estos jueces hayan sucumbido finalmente a lo que considero una inmensa presión del Reino Unido». Tong destacó que Hong Kong sigue comprometido con el principio de «un país, dos sistemas» y con el Estado de Derecho, lo que se refleja en las sentencias y el sistema de juicios abiertos de la ciudad.
El presidente del Tribunal Supremo de Hong Kong, Andrew Cheung, lamentó las dimisiones y reafirmó el compromiso del poder judicial con la defensa del Estado de Derecho y la independencia judicial, asegurando que se seguirán nombrando candidatos extranjeros. Las renuncias se producen en un contexto de creciente preocupación internacional por el deterioro de las libertades en Hong Kong, especialmente tras la implementación de la controvertida Ley de Seguridad Nacional impuesta por China en 2020, la cual ha sido ampliamente criticada por organismos de derechos humanos y la comunidad internacional.
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El nombramiento de jueces extranjeros en el máximo tribunal de Hong Kong ha sido un rasgo distintivo de su independencia judicial desde que la ciudad volvió al dominio chino en 1997, bajo la promesa de Pekín de que conservaría su autonomía y un poder judicial independiente. Sin embargo, la confianza en este sistema se ha visto erosionada tras la dimisión de otros jueces internacionales en los últimos años. En particular, el juez australiano James Spigelman y la ex magistrada británica baronesa Brenda Hale renunciaron tras la promulgación de la ley de seguridad nacional. Más recientemente, en 2022, los jueces británicos Robert Reed y Patrick Hodge también renunciaron, alegando que ya no podían formar parte de un sistema judicial que parecía respaldar una administración alejada de los principios de libertad política y libertad de expresión.
Robert Reed, al dimitir, señaló que el gobierno británico tenía razón al considerar que los jueces del Tribunal Supremo del Reino Unido «no pueden seguir sentados en Hong Kong sin que parezca que aprueban una gestión que se ha apartado de esos valores democráticos fundamentales». Actualmente, entre los ocho jueces extranjeros no permanentes del Tribunal Supremo de Hong Kong, tres son británicos, cuatro australianos y uno canadiense.
En la estructura del Tribunal Supremo de Hong Kong, cuando se celebra una vista o se resuelve un recurso, el tribunal se compone de cinco jueces: el presidente, tres jueces permanentes y uno no permanente, que puede ser de Hong Kong o de otra jurisdicción. Esta configuración subraya la integración de perspectivas internacionales en el sistema judicial de Hong Kong, un elemento vital para su credibilidad y funcionamiento independiente.