En la historia de México, no se había tenido tan grande alta tasa de interés.
El aumento de la tasa de interés alusión en México de 75 aspectos básicos, anunciada el jueves por el banco central, representa el levanta más enorme a partir de que se instauró la política monetaria vigente en 2008. Esto sitúa la tasa en 7,75%, cerca del más alto histórico 8,25%. Si se cumplen los pronósticos de analistas que esperan que el Banco de México aplique otro crecimiento de 75 puntos de vista en su elección en agosto, la tasa alcanzaría el grado mayor en su historia.
Frente a una inclemente inflación, en parte importante ocasionada por componentes exógenos, la autoridad monetaria no ha tenido más que colocar un freno al crédito económico como medida para “enfriar” la economía. Una tasa alta además ha ayudado a conservar el antojo de inversionistas de todo el mundo, quienes compran deuda mexicana ya que da un rendimiento bastante por arriba de la deuda en territorios desarrollados. En Estados Unidos, en donde la economía está estrechamente ligada a los canales financieros, el levanta en su tasa ha despertado temores de una recesión y los mercados han reaccionado conforme. en lo cual va del año, el índice S&P 500 ha caído casi 20%.
Empero este no es la situación en México, garantiza Joel Virgen, analista en la consultora Out of the Box Economics en Nueva York. “Tomando presente que el territorio tiene una baja penetración en la zona bancario, en verdad la población que tiene ingreso a un crédito de consumo o hipotecario es bastante limitado”, garantiza Virgen. Esto trata sobre que cerca del 56% de la economía de México es informal y no está bancarizado.
La historia muestra, además, que las elecciones de política monetaria en México empiezan a influir en la economía de los habitantes de caminando en un horizonte de entre 12 y 18 meses. “No tiene un impacto instantáneo, sino gradual”, estricta Virgen. La tasa de interés alusión funciona como una herramienta de predominación sobre las tasas que se aplican en el sistema financiero e impactan a la economía. Descontando la inflación esperada, la tasa “real”, como se le conoce, está en 2,8%, señala Virgen, por lo cual no se estima que la política monetaria sea restrictiva aún.