Pueden seguir y derribar misiles balísticos en vuelo y rastrear de forma simultánea hasta 200 blancos a más de 370 kilómetros.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tras la cual se anunció el incremento de la flota de buques destructores que la armada norteamericana tiene en la base compartida de Rota (Cádiz).
En la actualidad dispone de cuatro barcos y quiere tener un total de seis, lo que convierte a Rota en un enclave de guerra de primer orden.
Uno de los objetivos de la incorporación de estos dos buques es reforzar la seguridad del flanco sur, tras reconocer las amenazas que supone para los países de la OTAN el norte de África.
Asimismo, son claves para atacar con rapidez a los países del golfo pérsico. Esta decisión ahora deberá ser validada por el Consejo de Ministros y el Congreso de los Diputados españoles.
CAPACIDAD BÉLICA
Estos buques forman parte el escudo antimisiles de la OTAN. España firmó en 2012 el acuerdo con Estados Unidos por el que se autorizaba el despliegue de cuatro destructores en el marco del sistema antimisiles aliado.
No fue hasta febrero de 2014 cuando llegó el primero, el “USS Donald Cook”, mientras que el último, el «USS Carney», lo hizo en septiembre de 2015. En los últimos años, Estados Unidos ha ido renovando su flota desplegada en España.
El fin de este escudo no es otro que el de proteger a los aliados de misiles balísticos enemigos, los cuales pueden ser detectados en un radio de más de 3.000 kilómetros. No solo España forma parte de él y a lo largo de Europa hay desplegados sistemas de detección y lanzadores de misiles.
En el caso de los destructores, están equipados con el sistema de combate «Aegis» y con misiles interceptores «SM-3», siendo capaces de detectar, seguir y derribar misiles balísticos en vuelo. Además, pueden rastrear de forma simultánea hasta 200 blancos a más de 370 kilómetros, ofreciendo así una vigilancia y un seguimiento de largo alcance.
DESTRUCTORES
El pasado 18 de junio, el USS Paul Ignatius (DDG 117), destructor de la clase Arleigh Burke de misiles guiados, se unió a su “gemelo” “USS Arleigh Burke”, que llegó a Rota el pasado año. Este buque es el destructor más moderno de las Fuerzas Navales Desplegadas de Estados Unidos en Europa.
Comisionado en 2019, el “Paul Ignatius” es el segundo de los ocho barcos de la US Navy con Flight IIA, aporta equipos de computación y de radar más potentes que sus predecesores de la misma clase, pudiendo llevar además dos helicópteros antisubmarinos MH-60R.
El barco es el destructor número 67 de la clase Arleigh Burke de misiles guiados, una clase capaz de realizar una variedad de misiones que van desde el control marítimo y las capacidades de defensa hasta la presencia en tiempos de paz y la asistencia humanitaria y el auxilio en caso de catástrofes.
Estos barcos FDNF-E tienen la flexibilidad para operar en las aguas de Europa y África.
El principal comandante militar de la OTAN y jefe del Comando Europeo de EE.UU. (EUCOM), general Tod Wolters, mencionó el incremento de destructores en España como parte de las medidas adoptadas frente a la invasión rusa de Ucrania.