¡El cambio constitucional empezó ya!

por | Dic 23, 2020 | Sin categoría

A quienes les preocupa la convocatoria a una Asamblea Constituyente para modificar la Constitución del Perú, más debiera asustarles las mutaciones constitucionales que se vienen operando sigilosamente, en los hechos. Sí, durante estos días, casi imperceptiblemente, al margen de toda formalidad y sin necesidad del mecanismo asambleario. Después de todo, la Constituyente si lo fuere nacerá de un proceso electoral, se nutrirá de las propuestas que formulen los partidos políticos y mientras funcione se debatirán de cara al país las ventajas o yerros de la nueva Constitución. Aunque la jugada sea riesgosa, ¡que duda cabe!, es imposible negar su tesitura democrática. La mayoría popular tendría la última palabra.

Todo lo contrario a lo que viene sucediendo hoy, delante de nuestros ojos. La ocupación violenta de carreteras desconociendo el derecho fundamental al libre tránsito, se yergue ahora como la vía alternativa para legislar. Sospechosamente, el Congreso titular de la soberanía nacional y los procedimientos legislativos para expresar la voluntad popular, se ven desplazados por las exigencias callejeras que exudan intimidación unilateral. Ahí no hay argumentos, el diálogo es maniobra y la concordancia deviene en pura ilusión. Serán los actos de fuerza, ausentes de control legal y disponibles por los demagogos y enemigos de la democracia, los que marcarán el ritmo de esta seudo-política, absolutamente inaceptable para el régimen republicano.

La Constitución es más que un conjunto de normas jurídicas. Éstas expresan una realidad preñada de experiencias e ideas políticas, condensadas por la historia, acerca de cómo autogobernarse en libertad. Esa es la llamada Constitución material o histórica, la que verifica la superioridad del gobierno representativo, que emerge del voto de todo el pueblo expresado en las urnas y comicios libres. También la necesidad de desconcentrar los poderes del Estado, en órganos especializados para su funcionamiento, con el objeto de controlarse mutuamente, en beneficio de la esfera de libertad del ciudadano.

Justamente contra esta Constitución histórica fluyen los sibilinos ataques antirrepublicanos. Pretenden sustituir la democracia representativa sostenida en la soberanía del pueblo a través del sufragio universal, por la “acción directa de las masas”. Denominación meliflua para una turbamulta circunstancial, empujada por las pasiones y casi siempre manipulada para imponer intereses subalternos. Si el gobierno rojimorado de Sagasti cede ante la Ley Agraria que quieren, podremos sostener que ya se está cambiando la Constitución, aunque usted no lo crea.

(*) La Dirección no se hace responsable por los artículos firmados.


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