Los problemas de liquidez de FTX «están fuera de nuestro control o capacidad de ayudar», ha asegurado Binance en un comunicado
El mundo de las criptomonedas vuelve a tambalearse. El gigante de los criptoactivos Binance finalmente no se hará con los negocios fuera de EE.UU. de la plataforma FTX, según ha confirmado la compañía dirigida por Changpeng Zhao en un comunicado.
«Como resultado de la diligencia debida corporativa, así como de los últimos informes de noticias sobre el mal manejo de los fondos de los clientes y las supuestas investigaciones de la agencia de EE.UU., hemos decidido que no buscaremos la posible adquisición de FTX. Al principio, nuestra esperanza era poder ayudar a los clientes de FTX a proporcionar liquidez, pero los problemas están fuera de nuestro control o capacidad de ayudar», ha asegurado Binance, descartando así la compra de esta casa de intercambio donde los usuarios pueden comprar y vender criptomonedas.
El director de FTX, Sam Bankman-Fried, dijo que estaba «explorando todas las opciones», pero las esperanzas de rescate se desvanecen y FTX se tambalea. Un mensaje en el sitio web de FTX decía: «FTX no puede actualmente procesar retiros. Desaconsejamos los depósitos».
La atención se centra en el tamaño desconocido de las pérdidas de los clientes de la que sea posiblemente mayor quiebra de un sector que se ha convertido en un campo de minas para los inversores.
«Cada vez que falla un actor importante en una industria, los consumidores minoristas sufrirán. Hemos visto en los últimos años que el ecosistema criptográfico se está volviendo más resistente y creemos que con el tiempo los valores atípicos que hacen un uso indebido de los fondos de los usuarios serán eliminados por el libre mercado. A medida que se desarrollen los marcos regulatorios y la industria continúe evolucionando hacia una mayor descentralización, el ecosistema se fortalecerá», ha añadido la empresa de criptoactivos.
Del volumen del problema que llega ahora al mercado de los criptoactivos da idea que FTX fue valorada a principios de este año por un total de 32.000 millones de dólares por inversores privados. El anuncio, junto con la incertidumbre que arrojan los resultados de las elecciones estadounidenses, impactó de lleno en la cotización de los principales índices bursátiles de Wall Street, donde el Dow Jones cayó un 1,95%, el S&P 500 se dejó un 2,08% y el Nasdaq un 2,48%.