Según las sagas islandesas llegó a las costas de américa en el año 1,000, más o menos 500 años antes de la llegada de Colón
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El vikingo Leif Erikson nacido alrededor del año 961 en Islandia y muerto en Groenlandia en el 1020. Ha sido considerado como el primer europeo en llegar a las costas de Vinland, lo que serían las costas de las islas de Terranova y Groenlandia, en Canadá (América del Norte) y en establecer un asentamiento allí.
Los detalles de su vida han llegado hasta nosotros a través de las sagas islandesas de los siglos XIII y XIV. También era conocido como Leif el Afortunado.
Alrededor del año 1000, guiado por los relatos del comerciante Bjarni Herjólfsson, se dirigió hacia el oeste y pasó un invierno en una tierra a la que denominó Vinland, que sería nada menos que la costa de Terranova, Canadá y que describió como abundante en salmones y pastizales.
Se entiende que los hizo 500 años antes que Cristóbal Colón, el que según la historia arribó el 12 de octubre de 1492 en lo que hoy conocemos como América al encontrarse con las Antillas y desembarcar en la isla de Guanahaní.
Conversión al cristianismo
Erikson era el segundo de los tres hijos de Erik el Rojo, quien hacia el año 985 fundó, tras haberse exiliado de Islandia, la primera colonia vikinga en Groenlandia. Según la Saga de Erik, Leif viajó alrededor del año 1000 desde Groenlandia a Noruega.
Los vientos desfavorables le obligaron a hacer escala en la Hébridas, donde pasó todo el verano. Allí se enamoró de una mujer llamada Thorgunna. Ésta, cuando Leif se disponía a partir, le pidió que la llevara consigo, ya que estaba esperando un hijo suyo. Pero el navegante, ante la peligrosidad del viaje, prefirió que no embarcara.
A su llegada a Noruega fue recibido con todos los honores por el rey Olaf I Tryggvason, quien le convirtió al cristianismo. Leif y todos sus compañeros de viaje fueron bautizados. Al año siguiente, Olaf le conminó a que regresara a Groenlandia con la misión de convertir a la fe cristiana a los colonos vikingos.
Partieron a comienzos de verano, acompañados por un sacerdote y varios religiosos, para que bautizaran a los futuros conversos y los instruyeran en la verdadera fe. Cuando se encontraban en alta mar rescataron a la tripulación y la valiosa carga de un barco que se encontraba a punto de naufragar; gracias a este acontecimiento comenzó a ser conocido por sus compañeros con el nombre de Leif el Afortunado.
Llega a Vinland
Según otros relatos, en el viaje de regreso una tormenta le hizo perder el rumbo, lo que le llevó hasta una tierra desconocida con campos fértiles y en la que había muchas uvas salvajes. Dicho territorio fue bautizado con el nombre de Vinland, lo que sería Terranova y Groenlandia (Canadá).
A su llegada a Groenlandia, se instaló junto a su padre en Brattahild, desde donde comenzó a ganar adeptos para la cristiandad; uno de sus mayores éxitos fue la conversión de su madre, Thjódhid, quien construyó en Brattahild la primera iglesia cristiana de Groenlandia.
La idea de la conversión de Groenlandia por Leif bajo los auspicios de Olaf apareció por primera vez en la Vida de Olaf Tryggvason, escrita por el monje medieval Gonnlaug Leifsson, ya que las fuentes anteriores no nombran a Groenlandia entre las tierras convertidas por Olaf.
Descubrimiento de América
Según la Saga de los Cuentos de los Groenlandeses, que para muchos investigadores es más fiable que la Saga de Erik, quien realmente avistó las costas de Norteamérica fue el navegante islandés Bjarni Herjólfsson.
Según el relato de Bjarni, éste había visto unas tierras extrañas catorce años antes, cuando se perdió camino de Groenlandia. Las informaciones traídas por el navegante a Noruega incitaron a los navegantes a emprender un viaje hacia esas nuevas tierras, que algunos habían afirmado avistar desde las montañas más altas de la isla en los días más claros.
Leif le compró su barco a Bjarni y le pidió que le describiera la ruta que tomó, con el fin de emprender el viaje en sentido contrario. El navegante propuso a su padre que encabezase la expedición, pero éste cayó de su caballo y se rompió una pierna cuando se dirigía a embarcarse, lo que obligó a Leif a asumir el mando. Cuando partió con 35 navegantes en dirección contraria a la tomada por Bjarni, iba acompañado de la mayoría de la tripulación del islandés.
A los pocos días de navegación llegó a una tierra montañosa y desnuda, sin apenas vegetación, cubierta de glaciares. Tras bautizarla con el nombre de Helluland (‘Tierra de las Piedras Planas’), prosiguió su viaje hacia el sur.
Decidieron desembarcar más tarde en una tierra llana y cubierta de bosques que, según la tripulación, había sido la primera que divisaron en el viaje de Bjarni. La costa carecía de acantilados y había una gran cantidad de playas de arena blanca; la región recibió el nombre de Markland (‘Tierra de Bosques’).
Llegan a Vinland
Leif continuó sus expediciones, ya que buscaba un sitio más adecuado para pasar el invierno. Después de dos singladuras, y tras ser empujados por viento del noroeste, llegaron a una isla situada en el norte de lo que parecía un continente, en el que destacaba un cabo que se orientaba hacia el norte.
Ésta era una tierra fértil, con abundantes uvas, por lo que recibió el nombre de Vinland (‘Tierra del Vino’). Leif dividió a sus hombres en dos grupos y los envió a explorar los alrededores.
Decidieron pasar allí el invierno, para lo cual construyeron un poblado de cabañas de madera a orillas de un lago, con una gran cabaña en el centro al estilo vikingo, al que pusieron el nombre de Leifsbudr, y que se convirtió en el primer asentamiento europeo en América.
Un década de residencia
Los asentamientos logrados por Leif Erikson no durarían sino poco más de una década. Nativos hostiles, posiblemente descendientes de grupos que llegaron antes, como los inuit y los siberianos, le declararon la guerra. Pronto, decidiría junto a los demás abandonar la idea de conquistar Vinlandia y se retirarían a falta de fuerza militar para contrarrestar los ataques desatados.
El caso de Erikson no es sino uno de los tantos relatos que nos hablan del descubrimiento del Nuevo Mundo, algo de lo que tanto se jactan hoy en día los españoles y portugueses. Pero ni siquiera Erikson puede darse el lujo de decir que llegó de primero. Chinos, polinésicos, fenicios, egipcios y hasta marroquíes ya habían pasado por aquí, y también dejaron su huella.
Fuente: https://medium.com/@agua/leif-erikson-el-vikingo-que-descubri%C3%B3-america-500-a%C3%B1os-antes-que-col%C3%B3n-el-oportunista-22e3a658b315