Un individuo interceptó y violó a una menor de edad a quien los médicos tuvieron que reconstruirle el útero.
El día 07 de setiembre quedará marcado en la vida de la pequeña quien tras salir a realizar un trabajo del colegio y volver a su casa, se topó con su vecino Eliot Jaén, de 51 años de edad. El sujeto tapó la boca de la menor para impedir que gritara y la llevó a un baño donde la ultrajo.
La niña, quien entonces tenía 11 años, con las pocas fuerzas que le quedaba, fue hasta su vivienda para pedir ayuda. Su madre quedó horrorizada por lo que le había pasado a su hija quien no dejaba de sangrar. La tía de la víctima fue en busca del sujeto a quien le propinó varias bofetadas y lo detuvo hasta la llegada del padre de la víctima.
La hermana mayor de la pequeña señala que este sujeto visitaba con frecuencia a la familia, pero nunca pensaron que sus intenciones llevar a cabo un hecho de este tipo.
La joven se enteró días después de que Jaén venía ofreciendo «propinas» a algunas niñas de la zona. Según el testimonio de una vecina suya, el hombre miraba con deseo a las pequeñas. Lamentablemente, la mujer no alertó este comportamiento a la localidad por temor a represalias.
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La víctima fue llevada hasta cuatro centros médicos para que sea atendida de emergencia, sin embargo, los especialistas sugirieron a la familia acudir a otro establecimiento especializado ya que no sabían cómo actuar ante los daños escalofriantes que había sufrido.
La menor fue llevada hasta cuatro centros médicos para que sea atendida de emergencia, sin embargo, los especialistas sugirieron a la familia acudir a otro establecimiento especializado ya que no sabían cómo actuar ante los daños escalofriantes que había sufrido.
Mientras todo esto ocurría, Eliot Jaén huyó del lugar.
El reportaje que mostro el programa de Día D informó que en la zona donde ocurrieron los lamentables hechos no existe señal para los teléfonos celulares a partir de las 17:00 horas del día. En esta localidad solo hay un teléfono público para más de 2 mil pobladores.
Los habitantes de Santa María de Nieva no cuentan con autoridades policiales, centros médicos especializados ni ninguna oficina del Ministerio de Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) cercanas a ellos para que puedan denunciar un hecho de violación sexual. Estas limitaciones causaron que el perpetrador de la aberración escapara y hasta la actualidad continúe libre.
Ha pasado casi un año del trágico hecho y la menor tampoco ha pasado por la cámara Gesell ni otras diligencias importantes para que este caso tenga un cierre y se logre con la condena máxima para el sujeto que le arruinó la niñez.
