Crimen ha generado la reacción de diversas entidades y políticos
El asesinato de un empleado de una gasolinera de Alemania, a manos de un cliente que se negaba a ponerse la mascarilla contra el covid, desató fuertes reacciones en este país en el que el movimiento opuesto a las restricciones sanitarias está muy movilizado.
El presunto asesino, de 49 años y oriundo de Idar-Oberstein (oeste), arrestado de manera provisional, declaró a la policía que no respeta las medidas sanitarias individuales ni las restricciones destinadas a combatir la epidemia de coronavirus.
El candidato socialdemócrata a la cancillería, Olaf Scholz, dijo en Twitter estar “muy conmocionado de que alguien haya muerto por querer protegerse y proteger a los otros”.
“Como sociedad, tenemos que oponernos de manera resuelta al odio. El autor de la infracción debe ser castigado con severidad”, agregó el actual favorito en los sondeos para suceder a Angela Merkel.
La ministra de Justicia, Christine Lambrecht, también miembro del SPD, calificó el acto de “escandaloso y repugnante”.
La candidata ecologista Annalena Baerbock reaccionó de manera similar: “Estoy conmocionada por el terrible crimen de un joven que solo pedía seguir las reglas en vigor, ser prudente y mostrarse solidario”, dijo.
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