Entrevista a exministro de Economía Ismael Benavides
Por: Pablo Carranza
El exministro de Economía y Finanzas, Ismael Benavides, criticó la inercia del Gobierno de la presidenta Dina Boluarte en materia económica durante este año, y alertó que si es que no se toman las medidas necesarias el 2024, “sería un año sin crecimiento y sin creación de empleo, es decir, un año malo qué se traduce en empobrecimiento”.
En declaraciones al diario La Razón, señaló que a pesar de que “los precios de los metales están buenos, las exportaciones del país están buenas y la economía mundial está relativamente sólida (…), en piloto automático, la economía no da para más”.
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– ¿Qué pronóstico tiene para la economía peruana en este 2024?
Yo espero que en el 2024 las cosas estén mejor porque bueno, no vamos a tener toda la turbulencia de la violencia de la situación que pasó, pero el gran problema es que no hay confianza, la presidenta (Dina Boluarte) no expresa exactamente sus ideas, no plantea una visión de país y por supuesto, no hay inversión. Entonces, cuando no hay inversión no hay crecimiento. Puede que el próximo año mejore un poco si es que El Niño no es muy fuerte, porque los precios de los metales están buenos, las exportaciones del país están buenas, la economía mundial está relativamente sólida. Por eso, creo que deberíamos tener un mejor año 2024, pero creo que el Gobierno tiene que dar un cambio de timón y hacer algunos ajustes en el Gabinete, tanto en el manejo económico como en los manejos sectoriales, de producción, agricultura, etc.
– Pero, ¿qué pasaría si es que no se toman estas precauciones, como promover la confianza al empresariado, mejorar la imagen del país y hacerlo más atractivo para las inversiones?
Bueno, sería un año sin crecimiento y sin creación de empleo, un año malo qué se traduce en empobrecimiento. El gran motor de la reducción de pobreza y mejora de los estándares de vida de la población es el crecimiento económico, y eso ya está comprobado, el Banco Mundial dice que el 85% del factor de reducción de pobreza es el crecimiento económico, entonces se tiene que crecer, porque cuando se crece se genera empleo, mejores ingresos para la gente y por supuesto se mejora los niveles de vida y se reduce la pobreza.
– Hablando de que ocurra un posible fenómeno El Niño, ¿qué efectos negativos nos generaría un evento climatológico parecido al de los años 1983 o 1998?
Bueno, una caída entre el 1 y 2% del Producto Bruto Interno (PBI), eso es de cajón. Ahora, tengo la esperanza porque he visto algunos informes que El Niño Costero parece que no se va a dar porque el agua fría está entrando desde el sur y más bien las aguas calientes están más afuera. Entonces, eso debería de ayudar. Yo creo que eso puede ser un factor importante para que El Niño no sea tan fuerte, o sea incluso otro factor positivo que yo creo que debemos considerar es la bajada de la inflación, ya hemos visto que bajó en noviembre y probablemente se cierre el año en 3%, o de repente hasta un poquito menos que 3%, con lo cual ya estaría dentro del rango meta del Banco Central de Reserva. Y acuérdense que venimos de 8,5 o 9% de inflación. Entonces ya es un avance importante porque la gente lo empieza a sentir en el bolsillo.
– Dígame, ¿la economía nacional aguanta en piloto automático hasta el 2026?
Bueno, el gobierno lo que quiere es flotar hasta el 2026, por lo menos eso es lo que ha demostrado hasta ahora, viendo cómo se maneja para llegar al 2026, por supuesto de la mano con el Congreso, mientras la economía no da para más en piloto automático. Ya nos hemos pasado varios años en piloto automático, y claro, tenemos un Banco Central que de alguna forma sostiene las cosas en baja inflación, maneja muy bien las reservas internacionales. Tenemos las posibilidades de no irnos al río, pero tampoco vamos a crecer y satisfacer las necesidades de la población, que es malo.
– ¿Qué pasaría si las calificadoras de riesgo Fitch, Standard & Poor’s, Moody’s, nos sigue bajando la nota de inversión?
Probablemente ya nos han puesto en perspectiva negativa, y hay mucha preocupación por la inestabilidad política, la falta de reformas necesarias para continuar creciendo. Entonces, sí hay una posibilidad real que nos bajen la calificación. Ahí el costo de la deuda pública peruana va a subir y eso significa que el Estado va a tener que pagar más intereses por la deuda externa y también los privados. Lo cual es malo porque le va quitando espacio al Gobierno para gastar más en educación, en salud. Mantener el grado de inversión es muy importante, porque no es que solamente para la foto, sino que significa un costo en dinero.
“Gobierno de aclarar el cálculo del Fonavi”
Ismael Benavides señaló que el gobierno debe dar diversas explicaciones sobre los montos que se están pagando.
“Lo primero que tiene que hacer el gobierno es transparentar la fórmula con la que hace los cálculos de los aportes al Fonavi. Tiene que haber un error o una manipulación de la fórmula para que salgan montos tan ínfimos”, dijo.
Benavides señaló que este tipo de situaciones debe ser un llamado para el gobierno, para que revalúe su presupuesto y no deje de lado las deudas sociales.
“Con el enorme presupuesto que tiene el Estado, podrían haber pagado durante varios años para rebajar la deuda. También tenemos el bono de la reforma agraria, que no se paga, mucha deuda del Estado que no se honra, y por otro lado tenemos altos sueldos a los congresistas, a la Junta Nacional de Justicia, el Poder Judicial”, agregó.
“Los caviares viven de las consultorías”
Benavides calificó a los ‘caviares’ como personajes que les gusta una vida cómoda pero sin la necesidad de esforzarse o trabajar arduamente, dependiendo únicamente de las actividades del Estado.
“En mi opinión, un caviar es una persona que le gusta vivir bien, sin trabajar mucho. Y para eso, vive de las consultorías que salen también del Estado. (…) Ese es el círculo. Vivo del Estado o dependiente de actividades del Estado”, aseveró.
Asimismo, Benavides señaló que otra característica de los ‘caviares’ es sacarle hasta el último centavo a las entidades privadas, puesto que ven a estas instituciones como “vacas lecheras”.
